Política
Ricomà se despedirá mañana de la política: «ERC está en buenas manos»
El exalcalde, quien entregará al pleno el acta de regidor, lamentó la existencia «de élites que frenan el desarrollo de la ciudad»
«Toda mi vida se liga a ti, como en la noche las llamas a la oscuridad». El exalcalde Pau Ricomà anunció su despedida de la política leyendo estos versos de Bartomeu Rosselló-Pòrcel para expresar que, a pesar de marcharse, siempre estará «ligado a Tarragona». Después de 23 años en ERC, cuatro de los cuales como alcalde, ha decidido dar un paso al lado garantizando que el partido «está en buenas manos». Mañana, entregará al pleno el acta de regidor. Ricomà se marcha lamentando la existencia «de élites que frenan el desarrollo de la ciudad» y poniendo de manifiesto la «necesidad de que haya un relevode los liderazgos».
Los concejales Xavier Puig, Maria Roig, Gemma Fusté, Mary López y Jordi Fortuny, así como su familia y otros miembros del partido, como la diputada en el Parlamento Raquel Sans, acompañaron a Ricomà en su acto de despedida, celebrado en el Pati Jaume I del Palau Municipal. También estaba presente Carles Farré, quien lo sustituirá como concejal del grupo municipal. «No tiene demasiado sentido que continúe porque no me presentaré a las próximas elecciones. ERC tiene un grupo muy potente para recuperar la alcaldía», expuso.
El republicano aseguró que, a partir de mañana, se dedicaría a «disfrutar de la vejez». «Empieza para mí una etapa llena de esperanza y alegría. Podría haberme quedado un tiempo y obtener beneficios económicos, pero prefiero vivir la vejez en su plenitud», afirmaba el exalcalde. Ricomà resumió su decisión haciendo referencia a una frase del expresidente de Uruguay, José Mujica: «Cuando compras alguna cosa, no la pagas con dinero, sino con el tiempo que gastaste para conseguir este dinero. Yo he decidido comprar tiempo y ganar calidad de vida».
Ricomà enumeró, según su criterio, los tres retos que tiene Tarragona: la cohesión urbanística y cultural, el relevo de liderazgos y favorecer la implicación de la ciudadanía. «Todavía hay élites con poco ingenio de los años ochenta que ponen freno al desarrollo», criticó. Por otra parte, insistió en la integración de la sociedad civil en la política y en la participación de los recién llegados en el día a día de la ciudad: «El 20% de los ciudadanos de Tarragona tienen otros orígenes. Son un gran activo y tienen que participar».
El exalcalde definió la política como la herramienta para «transformar la ciudad» y lamentó determinadas situaciones a las que se vio expuestas durante su mandato. «Durante cuatro años han utilizado mi imagen y la de otros consejeros para vincularme a la suciedad y a la falta de seguridad. Se pueden hacer críticas sin cosificar a las personas y sin poner el dedo en el ojo», defendió. En este sentido, denunció varias situaciones que ha sufrido, como recibir «amenazas» por la calle por el nuevo contrato de la limpieza o tener que afrontar «plenos violentados» por parte de personas que «ahora son consejeras del PSC».
Ricomà también denunció «las plataformas fantasma que gastaron dinero para menospreciar nuestro gobierno y ahora han desaparecido». «Tenemos que desterrar esta manera de hacer política», reclamó en referencia a «el exceso de violencia» vivido durante su mandato. Sin embargo, afirmó que ser alcalde ha sido «lo más maravilloso que me ha pasado después de tener mis hijos». El acto concluyó con una fotografía de Ricomà con los miembros de ERC y su familia, emocionados por el cierre de una etapa.