Aprueban el nuevo pliegue del contrato de la basura en Tarragona

El pleno del Ayuntamiento de Tarragona ha dado luz verde al contrato de la basura sin ningún voto en contra. La modificación del nuevo pliegue de condiciones ha recibido el apoyo del PSC, Junts y finalmente ERC, que ha considerado que los cambios ya estaban presentes en la anterior licitación. En Comú Podem se ha abstenido por «responsabilidad», mientras que PP y Vox lo han hecho lamentando el poco tiempo para estudiar el texto.

El apunte emotivo del día ha sido la despedida del exalcalde de Tarragona, Pau Ricomà, quien ha reivindicado el trabajo de los últimos cuatro años como la ciudad de la Justícia o la ampliación del Hospital Joan XXIII. Ricomà también ha apuntado que la aprobación del contrato de basura el día que entrega el acta de concejal es un acto de «justicia poética».

Después de que hace apenas una semana, el gobierno local presentara los cambios en el contrato de la basura para evitar que la puja volviera a quedar desierta, este jueves se ha pasado por pleno su aprobación. El texto ha recibido dieciocho votos favorables de PSC, Junts y ERC y la abstención de los concejales de En Comú Podem, PP y Vox. Entre los cambios destacados en el nuevo pliegue del contrato de basura se encuentra el incremento de la licitación en 931.000 euros, así como la eliminación de la partida económica destinada a los camiones de hidrógeno. A su vez, el equipo de gobierno opta por cambiar el proyecto de puerta a puerta en la Part Alta por una propuesta de islas emergentes y la posibilidad de alquilar un solar municipal en el polígono Entrevies para los camiones que no quepan en el local del polígono Francolí.

El portavoz de Junts, Jordi Sendra, ha defendido el sentido de su voto a raíz de las modificaciones incluidas en el texto y ha pedido que el equipo de gobierno incorpore encuestas de satisfacción del servicio de la recogida de basura entre la ciudadanía. Por su parte, ERC finalmente ha apoyado la medida, ya que ha considerado que la mayoría de cambios realizados ya constaban en el anterior pliegue de condiciones, trabajado por el anterior gobierno municipal durante los dos últimos años. El concejal republicano Jordi Fortuny ha criticado el uso que se ha hecho de esta cuestión durante la campaña electoral y al mismo tiempo, ha agradecido que finalmente Junts y PSC hayan decidido votar a favor para dar un «gran paso adelante» en la ciudad. En relación a la retirada de la partida destinada a los camiones de hidrógeno, Fortuny ha remarcado que en el anterior contrato se trataba de una opción y en ningún caso de una obligación o requisito.

Desde las filas de En Comú Podem, el concejal Jordi Collado ha matizado la abstención de su grupo municipal por «responsabilidad» si bien el modelo por el que optan es la remunicipalización del servicio de basura. En su turno de palabra, Collado también ha pedido disculpas a los técnicos del consistorio por el uso «suficientemente desagradable» que se ha hecho de esta cuestión en los últimos meses. También se abstuvieron tanto el PP como Vox, dos formaciones que justificaron su sentido de voto tras pedir más tiempo para estudiar el texto.

El Banco de España, una nueva línea de bus urbano y el catalán, sobre la mesa

La basura no ha sido el único punto del orden del día que ha centrado la sesión plenaria extraordinaria de este jueves; la modificación de crédito del presupuesto municipal de este año también ha sido objeto de reproches entre diferentes formaciones. Así, ERC ha criticado al PSC la carencia de una partida económica reservada para el Banco de España y que no ha sido contemplada en las cuentas públicas. Por parte del gobierno, el alcalde Rubén Viñuales ha señalado que el proyecto no recibió las ayudas Next Generation y que se ha optado por destinar el dinero reservado previamente a otras iniciativas a la espera de conseguir nuevos fondos económicos para este espacio.

En la sesión de este jueves, que se ha alargado durante más de cinco horas, también ha servido para aprobar por unanimidad la moción presentada por En Comú Podem para crear una nueva línea de bus urbano que conecte los barrios de Ponent con el complejo educativo. En cambio, donde no ha habido unanimidad, ha sido en la aprobación de dos mociones para pedir un pacto de defensa del catalán, presentada por separado por Junts y por ERC.

Mientras que Junts ha insistido en la reapertura de la Oficina de Promoción del Catalán, ERC ha centrado la moción en la petición de implementar el plan de actuación por la lengua y el mantenimiento de una partida presupuestaria para el Consorcio para la Normalización Lingüística de cara al próximo año. Pese a la oposición de los concejales de PP y Vox, el texto ha sido aprobado por el resto de miembros del plenario.

Ricomà entrega el acta de concejal

El apunte emotivo de la jornada lo ha aportado Pau Ricomà, quien fue alcalde de Tarragona de 2019 hasta el pasado mes de junio. El republicano ha entregado su acta como concejal después de no conseguir la alcaldía en los últimos comicios de mayo. En su discurso, Ricomà ha sacado pecho tanto del trabajo realizado en los últimos cuatro años como de las inversiones obtenidas para hacer realidad futuros proyectos, como la ampliación del hospital Joan XXIII o el Fòrum de la Justícia.

A su vez, Ricomà ha tildado de acto de «justicia poética» el hecho de que el día que cierre su etapa política se apruebe el contrato de la basura. Según el ex alcalde, se trata de una cuestión que han sufrido «injustamente» en los últimos meses ante un trabajo «técnicamente bien realizado». Ricomà ha sido largamente aplaudido por todos los portavoces de los grupos municipales presentes en la sala de plenos, que han puesto en valor su talante personal y político a lo largo del último mandato.