Política
Ricomà: «Es de justicia poética que el contrato de la limpieza se apruebe el día de mi despedida»
Todos los grupos municipales agradecieron los años de servicio a la ciudad del ex alcalde, emocionado en su último pleno
«Las personas se marchan, pero las causas quedan». El ex alcalde Pau Ricomà volvió a recordar una frase del expresidente uruguayo José Mujica durante su último pleno en el Ayuntamiento, de la misma manera que hizo hace tres días cuando anunció que entregaría el acta de regidor. Después de cuatro años como consejero y otros cuatro como alcalde, Ricomà se despidió ayer de la política entre abrazos, fuertes aplausos y palabras de agradecimiento por parte de todos los grupos municipales. «Usted nunca dejará de ser alcalde. Ya forma parte de la historia de nuestra ciudad», expresó su sucesor, Rubén Viñuales.
Ricomà empezó su última intervención felicitando a los socialistas Mario Soler, por su nuevo cargo de senador, y Valle Mellado, quien será diputada en el Congreso. Este gesto sirvió a Viñuales para intentar definir al ex alcalde poco después: «Su último día ha empezado hablando de dos personas de otro grupo político, y eso dice mucho de cómo es usted», expresó.
El republicano trasladó su satisfacción por haber podido ser alcalde de Tarragona y por el trabajo hecho durante el anterior mandato. «Estoy orgulloso por los proyectos que hemos dejado. En los próximos años veremos hacerse realidad iniciativas como la pacificación de dos calles del Serrallo, el Fòrum Judicial y el albergue juvenil de la Ciutat de Repòs i Vacances, entre otros», detalló.
Ricomà también señaló que era de «justicia poética» que su último día se aprobara el nuevo contrato de la limpieza: «Es una de las cosas que más he sufrido, injustamente porque el trabajo era bueno y se había puesto en cuestión. Incluso, tanto yo como el consejero Jordi Fortuny llegamos a recibir amenazas durante los plenos. Ahora, siento alegría porque se apruebe». El ex alcalde quiso agradecer el trabajo realizado durante estos años a sus compañeros de ERC y a sus socios de gobierno, ECP, Junts per Tarragona y la CUP. «En estos ocho años hemos vivido momentos de todo tipo, pero he aprendido de todo el mundo», comentó.
A su vez, los diferentes portavoces de los grupos municipales le dedicaron unas palabras. «Tiene que estar profundamente orgulloso. Me gustaría reencontrarlo, como tantas otras veces, en la piña de un castell», manifestó Jordi Sendra (JuntsxCat). Maria Mercè Martorell (PP) le deseó una buena jubilación y afirmó que todo el mundo lo recordaría «con afecto». «Es una persona extraordinaria, consciente de que, para que todo salga mejor, la gente tiene que ser feliz. Sabe cuándo hacer la broma idónea cuando las cosas se tensan», comentó su compañera, Maria Roig. Al acabar las intervenciones, todos los miembros del plenario se pusieron de pie para reconocer el servicio a la ciudad con un fuerte aplauso. A partir de hoy, Ricomà empieza un nuevo capítulo en su vida. Después de muchos años, al margen del Ayuntamiento.