Dominio público
Tarragona autoriza un total de ocho nuevas terrazas este 2023
El Ayuntamiento registra 63 expedientes en el primer semestre, la mayoría de los cuales son para renovaciones
El Ayuntamiento de Tarragona ha autorizado durante el primer semestre del 2023 un total de 63 ocupaciones de la vía pública con terrazas. Sin embargo, sólo ocho corresponden a nuevas autorizaciones, ya que la mayoría son renovaciones o modificaciones de la licencia. Para instalar una nueva, el trámite puede tardar entre tres y cuatro meses, según los hostaleros, los cuales, por otra parte, agradecen que el Ayuntamiento les permita participar en las comisiones de trabajo de la nueva ordenanza de terrazas, una de las prioridades del equipo de gobierno.
«Las terrazas son un aspecto de la cultura mediterránea. Cuando hace buen tiempo, a la gente le gusta estar en la calle», expone el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona, Javier Escribano, quien también considera que se tiene que utilizar «el sentido común» a la hora de autorizar la ocupación de la vía pública. «Cada caso es concreto y no todo se vale. Quizás hay zonas en las que se podría conceder más espacio de terraza y otros donde se tendría que restringir», apunta. Escribano piensa que, en general, las terrazas no son una de las principales «preocupaciones» de los ciudadanos.
Con respecto a las licencias, Escribano explica que un nuevo negocio, por término medio, puede tardar entre unos tres y cuatro meses en obtenerla desde el momento que la pide. «Hay un tapón en Dominio Público para cualquier licencia. Los hostaleros sufrimos igual que otros sectores porque es una situación generalizada», relata. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería cree que la lentitud de los procedimientos para obtener la licencia «frena la inversión» por parte de los empresarios. «Hay oportunidades que se pierden», manifiesta.
Escribano piensa que las terrazas «hacen viables muchos negocios de hostelería de ciudades mediterráneas». Una opinión similar tiene Rafael Muñoz, de la heladería Sirvent, quien piensa que «las terrazas dan vida» a las calles. No obstante, cree que en algunas zonas hay un exceso de espacio de terraza. «Hay lugares donde se podría ampliar y otros donde se tendría que limitar», observa. En este sentido, pone como ejemplo la primera coca de la Rambla Nova, donde hace poco más de un año el Ayuntamiento, vía decreto, obligó a los hostaleros a reducir a la mitad las mesas y sillas. «La hilera de más que hicieron quitar no molestaba a los peatones», valora Muñoz. Sin embargo, la nueva normativa que se está trabajando desde el Ayuntamiento acabará definiendo los criterios para toda la ciudad.
Una de las prioridades del nuevo equipo de gobierno es la elaboración de esta ordenanza, que se empezó a trabajar hace meses. Ahora, se quiere acelerar el proceso con la finalidad de tenerla terminada en menos de un año. A la hora de diseñarla, el Ayuntamiento tendrá en cuenta la convivencia de la actividad con los vecinos y escuchará las necesidades y demandas de todos los sectores afectados. En este sentido, Escribano se muestra satisfecho. «Recientemente, nos han comunicado que nos permitirán participar en la elaboración de la ordenanza, así que, cuando nos convoquen, iremos a dar nuestro punto de vista. Es un gran paso adelante», expresa.