La URV alcanza cifras récord en los cursos iniciales de catalán con 150 alumnos

Los cursos iniciales para aprender catalán de la Universidad Rovira i Virgili han alcanzado cifras récord, con unos 150 estudiantes provenientes de fuera de Cataluña. El año pasado, se llegó al centenar, pero el número de inscritos para el curso del próximo septiembre se ha superado con creces gracias a dos principales factores: la mejora de la información sobre política lingüística a los recién llegados y el cambio de calendario académico. «El año pasado las clases empezaban antes, así que no había tiempo por hacer el curso, que este año durará más», explica el subdirector del Servicio Lingüístico y secretario de la Comisión de Política Lingüística, Jordi de Bofarull.

El curso se llevará a cabo entre el 7 y el 21 de septiembre y se dividirá en diez grupos, siete virtuales y tres presenciales. En este caso, las clases se darán en el Campus Catalunya. «Hacemos la mayoría de manera virtual porque, como se trata de estudiantes de movilidad, muchos todavía no han llegado a Tarragona», expresa Bofarull. Además, los inscritos se separarán en función de si su lengua es románica o no lo es, por la similitud con el catalán y, consiguientemente, la facilidad a la hora de aprenderlo.

El objetivo del curso se centra sobre todo en la comprensión de la lengua. «Sería el equivalente al nivel A1, aunque los estudiantes universitarios acostumbran a tener la capacidad de avanzar más deprisa en el aprendizaje», señala Bofarull, quien se alegra del aumento del 50% de la cifra de alumnos. «Nunca habíamos tenido tantos alumnos de fuera haciendo cursos de catalán», expresa. Incluso, la URV podría acabar superando ligeramente las 150 plazas previstas inicialmente para dar respuesta a los interesados. Otros que han hecho la solicitud fuera de plazo se tendrán que quedar fuera.

El subdirector del Servicio Lingüístico atribuye el incremento al Plan de acogida lingüística y cultural aprobado hace pocos meses, que comprende varias acciones para fomentar la integración de los recién llegados, entre las cuales está la mejora de la difusión sobre los cursos. «Enviamos la información por correo electrónico a todos aquellos que empiezan primero y vienen de lugares donde no se habla catalán y a los extranjeros de programas de movilidad diciendo que la mayoría de las asignaturas de la URV son en catalán y, por lo tanto, es recomendable apuntarse», argumenta. Al mismo tiempo, en el correo también se ofrecían recursos en línea para ayudar al aprendizaje.

La mitad de los 150 estudiantes que harán el curso son españoles, mientras que el resto son de países extranjeros, sobre todo de Italia y Francia. «Las cifras deben ser bastante proporcionales a los estudiantes que llegan a la universidad», considera Bofarull. Muchos de los docentes que lo imparten son los mismos que hacen el resto de cursos de catalán durante el año.

Por otra parte, en el marco de la integración cultural de los alumnos recién llegados, la URV también ha puesto en marcha el Crédito de Acogida Lingüística, una actividad que permite a los estudiantes catalanes obtener un crédito para hacer de pareja lingüística o acompañar al recién llegado a hacer actividades culturales. La iniciativa consiste en una sesión formativa de dos horas y 23 horas más de acompañamiento. «Más de un centenar de extranjeros ya nos han comunicado que quieren adherirse», indica Bofarull.