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Playas

«Después de los ahogamientos que se han producido, vamos con más precaución»

La bandera roja ondeó ayer por la mañana en el Miracle, como en la mayoría de las playas tarraconenses

Els socorristes s'acostaven als usuaris per demanar-los que sortissin de l'aigua.

«Después de los ahogamientos que se han producido, vamos con más precaución»Gerard Martí

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La bandera roja ondeó ayer en casi todas las playas tarraconenses. A partir de las 11 de mañana, quedó prohibido el baño en el Miracle, l'Arrabassada, la Savinosa y un tramo de la Llarga. Eso alteró los planes de los usuarios que se acercaron para zambullirse en el mar. La mayoría, sin embargo, decidió quedarse en la playa a tomar el sol o a pasear por la orilla. Los socorristas, que tuvieron más trabajo del que suele ser habitual, no dudaban en utilizar su silbato para advertir a los pocos bañistas que no respetaban la bandera roja.

Ayoub Saouani observaba a los bañistas de la playa del Miracle desde la caseta de la Cruz Roja. «La población tiene que entender que nuestro trabajo es velar por su seguridad», explicaba el socorrista, quien afirmaba que «hay usuarios que son complicados, a quienes les cuesta cumplir con lo que se les dice». Sobre todo, detalla, porque muchas de las personas que van a esta playa son turistas: «Es la más visible desde Tarragona, la ven desde el Balcó del Mediterrani y se acercan hasta aquí». Saouani comentaba que, en alguna ocasión, el usuario no se ha tomado bien la indicación de los socorristas de salir del agua: «Una señora nos dijo que no lo entendía porque en su país se pueden bañar con bandera roja».

Otros, como Nico Hopman, son más comprensivos. Nacido en los Países Bajos, llegó hace dos semanas al Vendrell, donde ha encontrado un trabajo y vivirá de manera indefinida. El joven neerlandés fue ayer por primera vez al Miracle, ya que se enteró de que había una zona para perros. Así que llevó a su mascota hasta Tarragona para disfrutar de un baño. «Mientras estábamos en el agua, nos han avisado de que teníamos que salir», explicaba Hopman, quien confesaba que «no había visto la bandera roja».

Lo mismo le sucedió a Evan Saathof, un turista que también es de nacionalidad neerlandesa. «Hemos ido a bañarnos y, en menos de un minuto, ya nos han dicho que no se podía. Así que nos hemos quedado en la zona menos profunda», explicaba. Y es que, aunque el baño queda totalmente prohibido mientras está visible la bandera roja, los socorristas, en un acto de buena fe, permitieron a la gente mojarse los pies. Los más astutos, sin embargo, se adentraban en el agua hasta que esta les llegaba a la altura de las rodillas o la cintura. Eso sí, cuando alguien se pasaba de listo, uno de los socorristas se acercaba a la orilla para pedirle que saliera.

Uso de la megafonía

No sólo hacían uso de los silbatos para controlar la situación. «Han avisado y recordado por megafonía que hay bandera roja y está prohibido el baño», explicaba Andrea Barrionuevo, quien aseguraba que lo hicieron «en varias ocasiones». Como había hecho ya varias veces este verano, ayer fue al Miracle para bañarse, pero se encontró con un pequeño inconveniente. «Cuando he llegado ya estaba la bandera roja, así que sólo he podido estar en la orilla», indicaba.

La playa del Miracle este año está siendo un punto negro, ya que han muerto tres personas y otros han resultado heridos por ahogamiento. Eso hace que, algunos bañistas vayan más con cuidado a la hora de zambullirse en el mar. «No tenemos miedo, sin embargo, después de los ahogamientos que se han producido, vamos con más precaución» expresa Barrionuevo, quien añadía que no suele ir «a la parte más profunda». «Entiendo que los socorristas sean más estrictos», confesaba también Nico Hopman. Los únicos privilegiados que pudieron disfrutar de la playa por la mañana fueron los surfistas. Según explicaban los socorristas, tienen permitido entrar en el agua porque van con «material de flotabilidad». Por la tarde, todo el mundo pudo bañarse, de nuevo, en las playas tarraconenses, ya que la bandera cambió de roja a amarilla.

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