Consumo
La subida del precio de los carburantes condiciona el verano de los conductores de Tarragona
Los precios actuales les obligan a buscar la opción más económica, y en algunos casos a modificar sus vacaciones
Los conductores de Tarragona se muestran contrariados por el precio de los carburantes de este verano, que ha ido aumentando progresivamente en el transcurso de las semanas hasta alcanzar, el miércoles 16 de agosto, un precio medio de 1,65 euros el litro en el caso de la gasolina, y de 1,502 en el caso del gasóleo (diésel) por todo el país. Si bien estos registros se encuentran por debajo de los máximos históricos alcanzados en junio del año pasado, el coste actual influye en los desplazamientos de los conductores, sobre todo este verano, tiempo en el que se acostumbra a coger más el coche para viajar.
«Aunque no cuesta tanto como el año pasado, los precios continúan disparados. Es un escándalo cómo continuamos así y nos los aumentan todavía más ahora, ya que saben que es cuando cogemos más el coche y, por lo tanto, el gasto aumenta», afirma Joan Garzón, vecino de Salou, y que va regularmente desde su municipio para poner carburante a la gasolinera bonÀrea del polígono Francolí de la ciudad de Tarragona, donde el precio de la gasolina (Sin Plomo 95) el miércoles 16 de agosto era de 1,496 euros el litro, y el gasóleo, de 1,417 euros el litro. Estos precios reflejan el 3,7% de aumento del precio de la gasolina y del 4,5% del gasóleo de este mes de agosto en comparación con finales del mes de junio en todo el país. Además, sin embargo, se agravan si se comparan con los precios de la primera semana de año, ya que el aumento es del 19% en el caso de la gasolina, y del 2,9% en el del gasóleo.
Los precios preocupan a los conductores que se desplazan diariamente para trabajar con su vehículo. Es el caso de Manuel Guillén, autónomo y vecino del barrio de la Floresta de Tarragona, quien cada día tiene que coger el coche para ir al trabajo. «Por razones laborales tengo que usar el coche cada día, y, por lo tanto, el precio de la gasolina es una cosa que siempre he tenido muy en cuenta. Es por eso que siempre busco cuál es la opción que me sale más económica», apunta.
«Hace poco que vivo en Tarragona, así que hacía unos días que miraba cuál era el mejor lugar para poner gasolina, ya que con el aumento de precios, también de los alimentos y el coste de la vida, va bien poder ahorrar aunque sean pocas cantidades», añade Josep Maria, nuevo vecino de la ciudad. Sin embargo, algunos conductores prefieren ir a otras gasolineras, como por ejemplo la Repsol, que por su parte, ofrece unos precios más elevados, pero aplica descuentos a los clientes que tengan contratada con la compañía energética algunos servicios del hogar.
Descuentos
«Ya hace años que soy cliente de Repsol porque como tenemos contratado el suministro eléctrico del hogar con la compañía, me hacen un descuento de cinco céntimos por litro y otro tipo de rebajas que me salen a cuenta a final de mes, ya que el precio ha subido respeto al inicio del verano, y sobre todo se nota durante los fines de semana», explica Carlos Beltrán, residente en Zaragoza, pero que durante los meses de más calor veranea los fines de semana en Tarragona.
Un gasto en aumento
Otro cliente, Antonio Guerrero, afirma que a causa del encarecimiento de los precios de los carburantes ha tenido que cambiar sus planes de viaje con la familia este verano. «Teníamos planeado hacer un viaje bastante largo con la familia con el coche, pero viendo los precios de los carburantes, finalmente no lo haremos. Iremos a un sitio más cerca», puntualiza.
En la gasolinera BP, por su parte, María José, explica el cambio de precio a la hora de llenar el depósito de su vehículo. «Estos últimos cinco años el precio ha ido aumentando cada vez más, hasta el punto que, ahora, llenar el depósito cuesta casi el doble de lo que me costaba ahora hace cinco años», explica, quien va más allá y detalla que llenar el depósito de su vehículo ha pasado de costar 35 a 54 euros «en cuestión de un par de años».
Otro cliente de la misma gasolinera detalla que, fuera del trabajo, los precios actuales del combustible le comportan un gasto de 200 euros mensuales, «un coste que dependiendo del salario que uno tenga, puede ser difícil de asumir», apunta. Finalmente, Tomás Sánchez, con residencia en Terrassa, el verano pasado tuvo que trabajar durante dos meses en Coma-ruga (el Vendrell), hecho que le supuso un coste mensual de unos 500 euros en los desplazamientos.