Investigación
Una dieta alta en pescado, cereales, omega-3 y ácido fólico reduce la probabilidad de sufrir un aborto
Los resultados del estudio, liderado por la URV, se han obtenido en mujeres que seguían tratamientos de infertilidad
El seguimiento de un patrón de dieta cardiosaludable se asocia a un riesgo menor de perder el embarazo. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el grupo de investigación en Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental de la Universidad Rovira i Virgili, que ha estudiado los efectos de diferentes patrones dietéticos saludables en la salud gestacional de mujeres que se habían sometido a tratamientos de infertilidad.
Los resultados apuntan que seguir, antes de la gestación, la dieta recomendada por la Asociación Americana del Corazón (AHA), alta en consumo de pescado, cereales integrales, ácidos grasos omega-3 y ácido fólico, disminuye entre un 13 y un 15% la probabilidad de perder el embarazo. Los resultados de este estudio se han publicado en la revista científica JAMA Network Open.
La infertilidad es un problema de salud para parejas en todo el mundo, con una prevalencia estimada del 12% al 15% que tiene una tendencia creciente. Este problema está potencialmente influenciado por el estilo de vida y factores ambientales, como la contaminación del aire y la obesidad, entre otros. Aunque la evidencia científica actual indica que determinados alimentos o nutrientes pueden mejorar los resultados de los principales tratamientos de infertilidad en las mujeres, se desconoce con profundidad cuál es el papel que tienen los patrones dietéticos, la manera de alimentarse.
En este sentido, un equipo investigador de los ámbitos de Nutrición, Epidemiología y Salud ambiental se planteó investigar si la adherencia de las mujeres a patrones dietéticos sanos diseñados para la prevención de enfermedades cardiovasculares y crónicas, se asocia con mejores resultados de los tratamientos de la infertilidad. El equipo investigador del grupo de investigación Alimentación, Nutrición, Desarrollo y Salud Mental de la URV y un equipo de los Departamentos de Nutrición, Epidemiología y Salud Ambiental de la Universidad de Harvard decidieron comprobar si un patrón dietético saludable podría estar relacionado con una probabilidad más baja de sufrir una pérdida del embarazo durante tratamientos de infertilidad.
Para hacerlo, evaluaron por primera vez si el hecho de seguir alguno de los ocho principales patrones dietéticos saludables reconocidos y validados a nivel mundial está asociado a una mejor probabilidad de tener un hijo vivo, y también a menos riesgo de perder el embarazo. Para hacerlo, estudiaron una muestra de de 612 mujeres de 18 a 45 años sometidas a los principales tratamientos de infertilidad: inyección intrauterina y fertilización in vitro. Las pacientes se sometieron a más de 1.500 ciclos; 804 del primer tratamiento y 768 ciclos del segundo.
El equipo investigador analizó, en primer lugar, cómo era la alimentación de las mujeres y sus parejas durante la etapa previa a los tratamientos de reproducción asistida. Posteriormente analizaron en qué medida las mujeres seguían uno de los ocho patrones dietéticos seleccionados y observaron que, aquellas que más seguían el patrón recomendado por la AHA (la Asociación Americana del Corazón) para la prevención cardiovascular, tenían entre un 13 y un 15% menos de probabilidades de perder el embarazo que las que tenían un seguimiento menor de esta dieta.
El patrón AHA se caracteriza, entre otros, por un alto consumo de pescado, cereales integrales, ácidos grasos omega-3 y ácido fólico. «Se trata de una dieta variada, sin restricción de ningún grupo de alimentos. El estudio ha confirmado que ingerir de forma habitual estos nutrientes y alimentos está asociado a un riesgo inferior de sufrir un aborto durante los ciclos de reproducción asistida, por lo tanto podemos decir que son esenciales para la reproducción humana», apunta Albert Salas-Huetos, profesor lector de la Unidad de Medicina Preventiva de la URV e investigador principal del Centro de Investigación Biomédica (Ciber) del Instituto Carlos III y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili.
Durante el estudio también se observó, aunque no se han encontrado asociaciones significativas, que la tendencia es muy similar entre otros patrones dietéticos saludables estudiados, con la excepción de la dieta vegetariana; basada en vegetales. «En este caso, la diferencia entre la dieta cardiosaludable recomendada por la AHA y la vegetariana es la ausencia de alimentos como el pescado y la carne, alimentos que contienen vitamina B12 o omega3,» apunta el investigador.
La investigación, que se ha hecho en colaboración con investigadores de la Universidad de Girona y el Hospital General de Massachussets, también apunta a que estos resultados proporcionan información que puede ser de utilidad para diseñar futuros estudios destinados a probar los efectos que pueden tener las intervenciones nutricionales sobre la fertilidad humana.