Cerrados por vacaciones o durante la tarde: la realidad de algunos refugios climáticos de Tarragona

El Ayuntamiento de Tarragona estrenó, el pasado 17 de julio, un mapa interactivo con 45 refugios climáticos por toda la ciudad. Estos refugios son espacios que, durante los episodios de calor extremo, proporcionan confort térmico. La subida de las temperaturas en este mes de agosto, hace que la ciudadanía necesite estos espacios más que nunca. Diari Més, visitando algunos de estos refugios, ha podido ver que la realidad es que, muchos de los refugios, no cumplen esta función durante agosto, sea porque están cerrados por vacaciones o porque han reducido el horario. Parece que esta iniciativa no acaba de ser del todo efectiva.

Un ejemplo de refugio que ha mantenido cerrado el local durante este mes de agosto ha sido la Llar Municipal de Gent Gran de la calle de Pere Martell. Esta abrió durante todo julio, pero sólo hasta las 13 h. Con la llegada de agosto y la ola de calor, el local ha bajado las persianas. A partir de septiembre, sin embargo, recuperará su horario de mañanas habitual. Por otra parte, está el caso del Espai Jove Kesse, que, siguiendo la misma línea del hogar de Pere Martell, se encuentra cerrado por vacaciones hasta el 5 de septiembre.

Los refugios climáticos interiores están supeditados al horario de los locales municipales, y muchos de ellos acaban su jornada laboral al mediodía, cuando empiezan a subir sin freno las temperaturas. Este es el caso del Instituto Municipal de Educación (IMET) o de la Oficina Municipal de Atención Ciudadana (OMAC). En el IMET, hay habilitado un salón de actos, pero dos trabajadoras explican que «de momento, no ha venido ningún usuario específicamente por el refugio climático». Su horario finaliza a las 15 h.

Por otra parte, la jefa de gestión de la OMAC, Dolors Moedano, explica que «aunque no ha venido nadie a utilizar nuestras dependencias como refugio climático, tenemos un espacio para consultas climatizado que se podría abrir». La OMAC cierra a las 14 h., por lo tanto, este es un nuevo refugio climático inaccesible en las horas de más calor. Finalmente, está el caso de la Estación de Autobuses, otro espacio que forma parte del mapa interactivo que impulsó el Ayuntamiento de Tarragona.

Este, sin embargo, es del todo diferente del resto. Una de las trabajadoras explica que «aunque la estación esté catalogada como refugio climático, el vestíbulo no tiene ni aire acondicionado en verano, ni calefacción en invierno. Sólo tenemos estos servicios los trabajadores del punto de información y de las oficinas». «No tenemos un espacio especialmente habilitado para el servicio de refugio climático. En caso de que alguien lo necesitara, lo tendríamos que llevar hacia alguna de estas zonas más privadas», añade la trabajadora.

A pesar de estos casos, algunos de los refugios visitados sí que estaban totalmente habilitados. La hospedería de la Casa del Mar, es un ejemplo. Este establecimiento lo gestiona la Generalitat. De 9 h. a 19 h., hay abierta una sala de reuniones, que está climatizada y tiene un dispensador de agua fresca. Ramón Ferrer, de 89 años, explica cómo está viviendo esta ola de calor. «Sabemos que es un peligro y que tenemos que tener precaución. Aquí tenemos una sala con aire, agua fresca y nos lo pasamos muy bien. Jugamos al dominó, hablamos de fútbol, política, etc.», dice.

Por otra parte, Josep Maria Sánchez, de 75 años, declara que «aquí está muy bien, pero tan sólo son un par de horas. Cuando llegas a casa, si no tienes aire acondicionado, es un infierno: por las noches estamos a 28 grados y el cuerpo lo nota al día siguiente». Entre los refugios del mapa interactivo, el Ayuntamiento y EMATSA instaló dos fuentes con agua refrigerada, las cuales funcionan perfectamente.