La ayuda de 100 euros de la Generalitat mitiga el encarecimiento del material escolar

Las familias han empezado la cuenta atrás para al inicio del curso escolar 2023-24. Será el próximo 6 de septiembre cuando los alumnos de infantil, primaria y ESO volverán de nuevo a las clases. Los menos previsores, están aprovechando estos últimos días para hacer la compra del material escolar. El aumento de los precios fue una de las grandes preocupaciones de los padres y madres el pasado verano. Este año, se han vuelto a encarecer, pero el impacto en la economía de las familias se ha mitigado gracias a las ayudas de 100 euros que el Gobierno de la Generalitat ha puesto a disposición de los estudiantes de primaria para hacer la compra del material.

«Es una gran ayuda», afirma Joan Ferré, padre de dos hijos, quien asegura que «la inflación se está notando todavía más este año que el curso pasado». Las familias no sólo tienen que hacer frente a los precios del material escolar, sino también han de lidiar con el encarecimiento del coste de la vida en general. «Sobre todo se nota en la compra de los alimentos», indica Ferré. Por todas estas circunstancias, y a diferencia de otros años, han buscado diferentes vías para ahorrar: «Hemos revisado todo lo que hay en casa para aprovechar lo que ya tenemos y comprar sólo lo que sea estrictamente necesario».

Por suerte, este año cuentan con el vale escolar de 100 euros, que es «un cojín» que les permite no tener que preocuparse tanto por los gastos. Además, en el centro donde estudian sus dos hijos dan las clases en ordenador, hecho que les ha permitido gastarse menos en libros de texto. «Sólo ha tenido que comprar dos», explica Ferré, quien añade que «las licencias digitales son mucho más económicas que los paquetes de libros que teníamos que comprar». En este sentido, afirma que han tenido «cierta ventaja».

Los que también han aprovechado el cheque de la Generalitat son los hijos de Jordi Abadias. «El material escolar siempre sube bastante de precio cada año», explica el padre. Sin embargo, no se han parado a comparar marcas para coger la más barata. «Al final, lo que miramos es que el material que funcione bien y dure», apunta Abadias. Ayer, aprovecharon para renovar material que ya está desgastado, como la mochila de su hijo pequeño, aunque suponga un gasto extra.

Desde la tienda Hiperoffice Tarragona apuntan que «el material escolar ha ido subiendo a lo largo del año, como todo». Indican, sin embargo, que eso no ha afectado al ritmo de ventas, sobre todo porque «el vale escolar ha sido un alivio» para las familias que, al final, «acaban cogiendo lo que se les recomienda desde la escuela». Silvia Bricollé, como la mayoría de los madres y padres que ayer aprovecharon para hacer las últimas compras, iba con la lista que le ha facilitado el centro donde estudia su hijo en la mano. «Nos ha venido muy bien el cheque, porque este verano, a diferencia del anterior, sí que he notado el aumento de los precios». La ayuda, apunta, les ha permitido hacer «la compra habitual de cada año», con todo el material necesario para el nuevo curso.

Promociones en las tiendas

Esmeralda Solé, subjefa de Abacus Tarragona, también ha señalado que «los precios, en general, han tenido una tendencia al alza». En su caso, sin embargo, han intentado mantenerlos lo más bajos posibles. «Gracias al hecho de que nuestras centrales hagan las compras con antelación, sumado a los pactos con los proveedores, hemos podido hacer ofertas y mantener los precios bastante moderados», detalla Solé.

De hecho, explica que han notado un pequeño incremento de ventas motivado por el vale escolar. Aparte, la misma tienda ha impulsado una promoción propia: «Por cada 50 euros de compra en libros de texto, nosotros damos un vale de 10 euros para material escolar». Por otra parte, señala que los padres de los alumnos de secundaria son los que pueden verse más afectados por el incremento de precios, ya que ellos no se pueden beneficiar de la ayuda que proporciona la Generalitat.

Los libros de texto siempre se han llevado gran parte del presupuesto que dedican las familias a las compras previas a la vuelta a la escuela. Eso está cambiando a lo largo de los años. «Últimamente, los centros piden cuadernería en vez de libros», indica la subjefa de Abacus, quien añade que también hay otros que se decantan por las licencias digitales. «Eso hace variar la factura final de cada familia», dice. Con respecto a aquellos que se ven obligados a comprar el paquete completo, es habitual que busquen alternativas para ahorrar, como pueden ser los libros de segunda mano.