Sociedad
El Ayuntamiento consolida el «deber moral» con la memoria histórica
Se estrenan nuevas placas en el monumento de la Oliva, en la Antigua Audiencia y en la prisión de Pilats
El Ayuntamiento de Tarragona continúa la señalización de espacios históricos de la ciudad y se mantiene firme en su objetivo hacia la memoria histórica. Las últimas señales se han colocado en aquellos espacios de titularidad pública que fueron escenario de momentos importantes de la Guerra Civil y de la represión franquista, que son el monumento en los fusilados de la Montaña de la Oliva, escenario donde empezaron los primeros fusilamientos que duraron hasta 1945 con un total de 691 ejecuciones; la Antigua Audiencia, edificio donde se celebraban los consejos de guerra, y la prisión de Pilats, por donde pasaron más de 9.000 personas.
«No es sólo una obligación legal, sino un deber moral con nuestro pasado, presente y futuro», ha expresado rotundamente Sandra Ramos, a la consejera de Memoria Histórica. Estas nuevas placas sueño una forma de «dignificación de las víctimas y de no olvidar a las personas asesinadas, torturadas y represaliadas en estos espacios. Si no lo hiciéramos, estaríamos condenados a repetir nuestra historia».
Las señalizaciones que ya estaban colocadas en estos espacios fechan del año 2016. «Continuamos con una tarea que no empieza ni acaba aquí».
Además, Ramos ha querido destacar que este mensaje «es más importante que nunca, ya que nuestros hermanos de Valencia no lo pueden hacer», haciendo referencia a la política del gobierno de PP y Vox en la Comunidad Valenciana. Todavía quedan para instalar cuatro placas más en espacios de la ciudad, aunque los trámites para señalizarlos ya están en marcha. Estos son el Convento de las Oblatas, edificio destinado a las mujeres recluidas, donde, por las condiciones carcelarias a las cuales eran sometidas, murieron 11 mujeres; el Convento Padres Carmelites, utilizado como en su sitio de clasificación de los prisioneros republicanos que iban llegando a Tarragona; la Cámara de Comercio, sede de la policía franquista desde 1940 en 1990; y finalmente, la Prisión Provincial, lugar donde se ejecutó a Georg Michael Welzel, condenado a pena de muerte en garrote vil el 2 de marzo de 1974 a la misma hora que Salvador Puig i Antich en la prisión de la Modelo de Barcelona.
No desfallecer en la memoria
Este proyecto se ha llevado a cabo con la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias. De esta forma, el consistorio tarraconense quiere «continuar con la tarea y no desfallecer en la memoria», ha concluido Ramos.