La transformación de la Casa Sant Josep de Tarragona: pisos, un supermercado y una zona verde

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Tarragona ha aprobado inicialmente el proyecto de urbanización del polígono de actuación número 64 de la antigua Casa Sant Josep, la que fue una residencia de menores. En estos terrenos situados entre el CAP Muralles y el depósito de vehículos municipal, se proyecta la construcción de pisos y de un supermercado. No sólo habrá ladrillo, sino que también se destinará una parte del espacio a crear una zona verde. Hay que destacar que esta actuación dejará al descubierto el tramo del acueducto de la Oliva –o de la Mina de l'Arquebisbe– que, hasta ahora, quedaba escondido entre los muros que delimitaban esta parcela triangular.

La estructura hidráulica, que está catalogada como Bien Cultural de Interés Local (BCIL), divide el terreno desde la plaza de Mossèn Prefecte Cabré hasta la calle del Escultor Verderol, donde se puede observar la continuación del acueducto. De hecho, los coches circulan por debajo de sus arcos. «Era una de las puertas de acceso del agua en la ciudad, así que es un valor más de nuestro patrimonio histórico», apunta Nacho Garcia, consejero de Territorio. En el proyecto, se propone rebajar parcialmente el terreno de la zona sur del solar para dejar al descubierto una porción más grande de las arcadas actuales y recuperar su definición formal. «Tendremos un nuevo espacio de interpretación y conocimiento de la historia de la ciudad», apunta el edil.

El acueducto, que contará con iluminación, sólo será visible desde la carretera del Cementiri. En el trozo de parcela que hay entre esta vía y la construcción hidráulica, se hará la zona verde, donde habrá césped y arbolado. Garcia indica que esta espacio será inaccesible por los desniveles del terreno: «Quedará como la cabecera del Circo». Eso sí, se construirá un vial de servicio, paralelo al acueducto, por donde la gente podrá pasar. En el otro lado de la pasarela será donde se hará la edificación. De momento, esta contará con unos bajos, donde se instalará un supermercado, y una primera planta, donde se construirán pisos.

El espacio residencial ocupará 3.755 metros cuadrados de los 5.843 totales que tiene el terreno donde se encontraba la antigua Casa Sant Josep. Según los parámetros definidos en las Normas de Planeamiento Urbanístico, el número máximo de viviendas que se podrían construir en este solar serían 61. Por otra parte, la superficie del supermercado tendrá que ser inferior a 1.300 metros cuadrados. La empresa Fragadis será la encargada de gestionar este espacio comercial. Con respecto a la zona de vegetación, tendrá una superficie de 1.650 metros cuadrados. El proyecto de la promotora se propone que, debajo del supermercado, haya una planta destinada a plazas de aparcamiento. En los bajos, también se prevé que haya. Por otra parte, esta actuación incluirá la creación de una rotonda en la plaza Mossèn Prefecte Cabré, que agilizará la circulación en un punto donde convergen muchas vías.

Las obras, el año que viene

El proyecto de urbanización del PA64 ahora se encuentra en periodo de exposición pública. En un mes, si no se recibe ninguna alegación, se aprobará definitivamente. A partir de allí, la empresa tendrá que pedir la licencia de obras. La previsión de la consejería de Territorio es que hasta el año que viene no se inicien las obras. El camino para llegar hasta aquí ha llevado bastante tiempo, ya que la intención de transformar la antigua residencia de menores nació en el 2017. El Arquebisbe era el propietario de la finca hasta que la vendió a la Xarxa Santa Tecla, entidad a la que se adhirió la Fundación Casa Sant Josep en el año 2012.

Cinco años más tarde, la residencia cambió de ubicación y se vendió el solar a particulares, que tenían la intención de darle un uso residencial. En el 2020, la Junta de Gobierno Local suspendió la aprobación inicial del proyecto de urbanización, ya que había documentos de servicios municipales en sentido desfavorable. Así, obligaron a los promotores a incluir un par de enmiendas al documento. «Había alguna problemática con la iluminación y los acabados de la zona verde», apunta Garcia. Lo importante es que, esta vez, la transformación de la Casa Sant Josep parece que será una realidad.