Urbanismo
Los vecinos hartos de la suciedad de un edificio abandonado en la calle Cervantes de Tarragona
El vecindario y los hostaleros de la zona denuncian la degradación de la calle producida por la casa
Los vecinos de la calle del Cardenal Cervantes hace mucho tiempo que sufren los problemas derivados de la insalubridad de uno de los edificios de la calle, concretamente el número 1, que hace esquina con la calle de la Unión, donde está el número 39. El edificio era una gran casa con jardín sin embargo, cuando murieron los propietarios, cambió de dueño. Ahora, ya hace más de dos décadas que la casa está totalmente abandonada y que es un nido de palomas y ratas. «Era una casa antigua, preciosa, pero que ya lleva20 años abandonada», expresa Mercè Martínez, representante de la comunidad de vecinos de la calle Cervantes 4. «Desde el año 2000 que el edificio está en esta situación». «La casa por dentro está llena de nidos de palomas, también hay muchas ratas, enormes, y en los balcones hay tres dedos de excrementos», explica Martínez.
Peligro porla integridad física
«La primera gran afectación que tiene es a la integridad física, porque es peligroso andar por esta calle» explica Xavier Albiac, propietario del hotel Pigal. «Hace dos semanas una señora mayorresbaló», dice Albiac. En esta zona de la ciudad hay varios edificios de apartamentos vacacionales y hoteles, como también bares y restaurantes. Un lugarde paso paramuchos turistas. Albiac rememora situaciones en las cuales personas alojadas en su hotel le han comentado sobre este edificio. «En alguna ocasión clientes me han dicho si podía llamar a la brigada municipal porque había una paloma muerta en el balcón».
El inmueble está en venta, pero no hay ninguna noticia de algún posible comprador. «He hecho dos escritos de queja al Ayuntamiento, uno en enero y otro este junio, pero no me han contestado ninguno», dice Martínez. Ella recuerda cómo hace un mes, aproximadamente, un equipo de mantenimiento fue al edificio a poner más rejas de prevención, pero no hicieron ninguna tarea de limpieza. «Estas rejas no sirven de nada porque las palomas entran por cualquier lugar». Les puertas de entrada en el edificio están tapiadas, pero varias ventanas no. Aparte, «vino un inspector e hizo fotografías y nos dijeron que pordentro de la estructura se está cayendo toda, pero desde entonces no tenemos ninguna novedad». Sin embargo, asegura que piensa «insistir», porque «no hay manera que se arregle la situación». Martínez destaca que ninguno de los últimos gobiernos municipales ha aportado una solución a la calle.
«Es de las calles más suciasde Tarragona. La imagen es asquerosa», sentencia Albiac. Él es pesimista a la hora de prever alguna solución a este problema: «Es cuestión de aptitud y el Ayuntamiento se tiene que meter». Albiac concluye: «Yo quiero mucho aTarragona y no me gusta nada ver mi ciudad así de sucia».