Patrimonio
Nuevo episodio de la infinita historia sobre qué hacer con la Quinta de Sant Rafael
Junts denuncia la «dejadez» de las instituciones, mientras el Ayuntamiento se centra al consolidarla
Nuevo choque político sobre la situación de la Quinta de Sant Rafael. Juntos presentará una moción al pleno municipal de este viernes para «defender la rehabilitación de un edificio emblemático como es la Quinta de Sant Rafael», explica la consejera Elvira Vidal.
Vidal expresa que es «un edificio que hace 20 años que es propiedad del Ayuntamiento» y considera que «no se puede encontrar con estas condiciones tan lamentables». Junts propone dotar el edificio presupuestariamente para licitar su rehabilitación. Una propuesta en la que coincide el actual consistorio, que quiere recuperar el anterior proyecto del consejero de Territorio y Urbanismo, Josep Maria Milà, para «consolidar la estructura del edificio», según expresan fuentes municipales.
La partida presupuestaria que se quiere dedicar es curiosamente la misma que la planeada por el anterior consistorio: 800.000 euros. En el 2021, el gobierno de ERC aprovechó el superávit de los presupuestos del año anterior para destinar esta cantidad a la casa modernista, con la intención de convertirla en un centro de interpretación del modernismo y un centro cívico, pero finalmente no se pudo abordar el proyecto. El plan consistía en poder abrir el edificio a la ciudadanía durante el primer trimestre de este año. El alumbrado, la renovación de los elementos de madera y de la cubierta para que no se filtre agua y la recuperación de ventanas eran las principales acciones a llevar a cabo, pero no se hizo.
Ahora, el consistorio quiere asegurar la estructura del edificio, aunque en los actuales presupuestos no hay ninguna partida destinada a este espacio. La voluntad es incluirla en las próximas cuentas y con respecto a su futuro uso, se expresa que «todavía no está definido». En cambio, Vidal afirma que «tiene que ser un espacio público compartido y con visión relacional como las fiestas del barrio». Por eso, la consejera de Junts cree que «se tiene que convertir en un parque donde la gente del barrio se sienta orgullosa de tenerlo cerca». El edificio de la Quinta ha sido una de las carpetas de Patrimonio que han pasado de consistorio en consistorio sin ninguna solución definitiva.
Una patata caliente
El gobierno de Josep Fèlix Ballesteros, el año 2011, ya planteó un proyecto para habilitar en la planta baja dos salas de exposiciones, un espacio para conferencias y una biblioteca especializada en libros de naturaleza. En el piso superior, se querían instalar despachos y una sala de reuniones. Pero el proyecto también quedó en papel mojado. El plan, con un presupuesto de 753.000 euros, se llegó a aprobar, pero no se adjudicaron las obras.
El último consejero de Patrimonio Histórico, Hermán Pinedo, expresó que «el próximo equipo de gobierno que haga lo que considere. Yo ya habré hecho mi trabajo por el bien de la ciudad, que era empezar la recuperación del edificio». Sin embargo, el consejero defendía que «el trabajo a Patrimonio necesita tiempo y tenemos que continuar por este camino».
Con el paso de los años, las propuestas sobre qué hacer con la Quinta han ido desde convertirla en un museo de pintura, a que fuera la sede del Consorcio de Normalización Lingüística de Tarragona, o que, incluso, acogiera el mausoleo de Jaume I.