Una vida dedicada a impulsar y hacer crecer la fiesta
Salvador Fà será nombrado Perpetuador de las Fiestas esta tarde en La Crida
Que Santa Tecla sea la gran fiesta mayor que es en la actualidad se debe a la implicación masiva de la ciudadanía tarraconense, que vive la festividad con intensidad, entrega y participación máxima, sea como espectador o como miembro de las entidades. Ahora bien, Santa Tecla no sería la que conocemos actualmente sin la dedicación especial de personas concretas que han trabajado con cuerpo y alma a trabajar para hacerla crecer y consolidarla como una de las grandes representaciones de cultura popular de Cataluña. Uno de estos nombres propios que ha marcado un antes y un después en la evolución de las fiestas es Salvador Fà Vallverdú, el perpetuador de las fiestas de este año.
Vinculado a la cultura popular desde bien pequeño, Fà vivió y ha participado activamente en el renacimiento de las fiestas Santa Tecla a partir de los años 80. Miembro del Esbart Dansaire de Tarragona y grallero, ha sido uno de los principales impulsores del Séquito Popular y ha participado en la recuperación de varios bailes. Es miembro de la Comissió Assessora del Seguici desde su creación el año 1991, speaker habitual de la tanda de lucimiento del Séquito la mañana de Santa Tecla y el año pasado fue el comisario del T700. Justamente este extensísimo currículum es el que le ha valido ser reconocido como perpetuador, un nombramiento que se hará oficial hoy por la tarde durante La Crida.
«Ha sido toda una sorpresa. No me lo esperaba, pero me ha hecho ilusión después de tanto tiempo trabajando por la fiesta», explica Fà, cuando se le pregunta sobre cómo recibió la noticia. Su vinculación con la fiesta y la cultura popular viene de largo, se podría decir que la lleva en el ADN. «En casa era sencillo que nos implicáramos en la fiesta. Creo que me habría tenido que esforzar por no hacerlo. Mi abuelo paterno, muy joven estuvo vinculado a las sardanas y las collas. De eso hace 100 años. Todo hizo que mi padre también se implicara y tuviera una trayectoria muy larga», recuerda el perpetuador. De hecho, su padre, Salvador Fà i Llimiana, fue coreógrafo y director de danzas de reconocida trayectoria, y alma del Esbart Dansaire de Tarragona. «Cuando tienes la familia vinculada a las fiestas tradicionales es muy fácil que estés. Es muy bonito trabajar por la fiesta y por la ciudad», reflexiona.
Les primeras incursiones de Salvador Fà en la fiesta llegaron a principios de los 80. Como miembro del Esbart, acompañaban a los niños de la entidad en su participación en la fiesta, concretamente en el pasacalle y en el oficio, en un momento en que el Séquito estaba muy lejos de ser lo que es hoy en día. «El año 84, hubo la baja a última hora de la persona que tenía que hacer de Magí de les Timbales, que no pudo venir, y yo lo sustituí. Fue totalmente inesperado, pero esta fue mi primera participación activa y con un personaje querido. A partir de aquí, empecé a ser grallero y después ya vinieron la recuperación de los bailes. Ha sido un no parar», relata Fà.
El artífice de la recuperación de los bailes
Justamente, uno de los aspectos por los que destaca Fà y que lo han hecho merecedor de ser nombrado perpetuador es su implicación en la recuperación de numerosos bailes del Séquito. Salvador Fà fue uno de los artífices de la vuelta al Séquito del Ball de Gitanes, Ball de Serrallonga, el Ball de Pastorets y Ball dels Set Pecats Capitals. Además, también ha asesorado el proceso de recuperación del Ball de Cossis y del Ball de Titans, que se estrenó el año pasado.
Cada proceso de recuperación ha tenido sus peculiaridades y sus circunstancias concretas respecto al tipo de baile y al contexto del momento», afirma Fà, unas peculiaridades que son el claro de reflejo del renacimiento, evolución y consolidación de la fiesta. «Cuando recuperamos el Ball de Gitanes, el año 85, las collas empezaban a ver cuál podía ser la contribución a la fiesta, no sólo con los bailes infantiles, que ya lo estaban haciendo, sino con la recuperación de danzas que se habían perdido», comenta. Unos años más tarde, a partir de la recuperación del Ball de Serrallonga, se incorporan nuevos elementos en los bailes, como los parlamentos, la presencia de nuevos instrumentos musicales, como el flautín y la gaita, según explica Fà. «Después de este arranque inicial, todo fue más fácil».
Momento de consolidar
Su intensa implicación con la fiesta también lo ha llevado a ser uno de los miembros de la Comissió Assessora del Seguici, desde su creación en 1991. Fà considera que la Comisión ha ayudado a «perfeccionar la fiesta y ha evitado duplicidades» entre los elementos de un Séquito tan extenso como el tarraconense. Eso, junto con la capacidad que ha tenido la ciudad y los diversos técnicos de cultura que han pasado por el Ayuntamiento para construir un relato ordenado de la fiesta, es lo que según la visión del perpetuador ha permitido conseguir una fiesta mayor de un alto nivel.
«Hemos pasado de un Séquito que tenía que crecer a un Séquito que tiene que consolidarse, mantenerse y seguir mejorando», apunta Fà. «Nos tenemos que quitar el chip que la fiesta tiene que crecer desde el Séquito. Hay otros ámbitos donde queda mucho camino por recorrer». Con esta idea en mente, Salvador Fà asumió el comisionado de los actos especiales por los 700 años de la llegada del Brazo de Santa Tecla. «Estoy especialmente contento de los resultados obtenidos. Conseguimos que la gente fuera consciente del peso histórico de Santa Tecla y de su trayectoria, expresa. «A la vez, queríamos hacer impacto en la fiesta cuidando el espacio del Séquito. Y propuestas como el espectáculo inaugural o el concierto de clausura iban en esta línea. Fueron la evidencia de que la fiesta puede crecer por el lado del núcleo duro que es el Séquito», concluye.