Vecinos de la avenida de Argentina se quedan encerrados dentro de un bar debido a un corte de luz

Este sábado los vecinos y propietarios de comercios de la avenida de Argentina y de la calle Covadonga han estado sin luz de 6 de la mañana hasta 19 de la noche. Este corte de larga duración ha producido que vecinos de la zona se hayan quedado atrapados en el bar «El racó del cafè» de la calle al no poder abrir su puerta eléctrica, ni manualmente. Los vecinos que estaban fuera del local han llamado a los Bomberos, quiénes han enviado una dotación con la intención de abatir la puerta. El propietario del bar, sin embargo, ha preferido esperar a tener luz antes de estropear el mobiliario del local. La Guardia Urbana también se ha personado y se ha puesto en contacto con la compañía eléctrica, Endesa, para conseguir dos generadores, que han llegado a las 18 de la tarde. Aunque uno de ellos se ha estropeado, con el segundo han podido devolver la luz y sacar a la gente del bar, que no había sufrido ningún daño personal.

Vecinos y propietarios de comercios, también afectados

Paralelamente, vecinos y propietarios de las calles mencionadas también han sufrido las consecuencias del corte de luz. Así lo explica Mercè, propietaria de «Lluís Menjar Cuinat», situado en la avenida de Argentina. Ha declarado que han llamado a la compañía de luz y que esta les ha dicho que vendrían sobre las 8 de la mañana, cosa que no ha sucedido. Así han estado toda la mañana hasta que les han traído los generadores. Remarca que ninguno de los comercios afectados ha podido abrir hoy y que el martes pasado también se fue la luz, aunque no afectó a tanta gente.

Por otra parte, una de las vecinas, Sònia, cuenta que los semáforos de la zona tampoco funcionan. También explica que la incidencia ha afectado a cada vecino de una manera diferente: por ejemplo, a uno de ellos se le podrían estropear los medicamentos, que guarda en la nevera, y hay otro que no puede salir del edificio porque tiene problemas de movilidad y el ascensor no funciona. Tal como reamarca, cada vecino tiene su propia historia, pero todos mantienen la esperanza de que la luz aguante lo que queda de día.