La Riba recuerda su pasado papelero

En el siglo XVIII, considerado la época dorada de la producción de papel en la Riba (Alt Camp), había en el pueblo hasta veintitrés molinos papeleros. Estos centros de producción funcionaban con la fuerza del agua del río Brugent, que nace en las montañas de Prades y desemboca en el Francolí atravesando el municipio.

Aquella actividad marcó la historia del pueblo durante varias generaciones, ya que el grueso de los ribetanos, tanto hombres como mujeres, estaban empleados en aquellos obradores donde se transformaban los trapos de arroz en hojas de papel.

Ahora, toda aquella actividad queda bien recogida y explicada en el Centre d'Interpretació dels Camins de l'Aigua i el Paper, que fue inaugurado el pasado sábado. Este espacio museográfico se encuentra ubicado en el centro de la villa, en el edificio que había acogido el Molí del Racó. De esta manera el visitante vive la experiencia de adentrarse en un edificio que fue, realmente, centro de producción papelero.

Les instalaciones se han equipado con varios recursos multimedia que, muy acertadamente, ayudan a comprender cómo era el trabajo y la vida durante el siglo XVIII, cuando la industria papelera experimentó su gran expansión. Testimonio del momento son varios elementos del molino papelero que se han conservado porque estaban hechos con piedra, como es el caso de los curtidores donde se depositaban los trapos con agua para formar la amasa. En cambio, los elementos de madera como las prensas o las ruedas de los molinos se han perdido o estropeado, pero un ingenioso recurso audiovisual suple su ausencia.

Durante la visita se puede conocer también la evolución de la industria local y su decadencia cuando, con la llegada de la mecanización, los pequeños productores de la Riba no dispusieron de bastante músculo económico para comprar la maquinaria o bastante espacio para meterla.

También se presta atención a cuestiones como la presencia de la mujer en los trabajos productivos o en cómo se organizaba la vida en un tiempo en qué trabajador y taller ocupaban una misma vivienda. El Centre d'Interpretació dispone también de varios espacios pensados para las visitas escolares, con la idea de trabajar aspectos relacionados con la industria papelera o el reciclaje.

El acto oficial de inauguración se hizo el sábado 16 por la mañana, y durante todo el fin de semana se han llevado a cabo una serie de visitas guiadas, dirigidas especialmente a los vecinos y vecinas, que disfrutaron mucho recordando el pasado del pueblo y, en muchos casos, añadiendo valiosas informaciones en todo aquello que se mostraba y se explicaba. Después de esta primera sesión de visitas, se prevé que el Centre d'Interpretació els Camins de l'Aigua i el Paper de la Riba quede abierto a las visitas para el público en general antes de Navidad (habrá que hacer reserva previa a través de Internet).

Este espacio museístico se complementa con las dos Rutas de los molinos de papel que se pueden recorrer por el municipio, y que están indicadas y señalizadas con paneles informativos que incorporan códigos QR.