Diari Més

El Chartreuse se encarece entre 2 y 3 euros un año más y se agota el licor verde

Los monjes cartujanos, fabricantes del licor, comunicaron al principio de año que limitarían su producción con el fin de proteger su modelo de negocio

Serie limitada de botellas de Chartreuse por Santa Tecla 2023.

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Con las fiestas de Santa Tecla en marcha en Tarragona, bodegas y licorerías de la ciudad han recibido los encargos de Chartreuse, tanto amarillo como verde, licor con el cual se fabrica la mamadeta, la bebida por excelencia de las fiestas tarraconenses. Este año, sin embargo, el precio de las botellas ha vuelto a aumentar. Desde VinoVi Vinoteca informan que los precios han subido entre 2 y 3 euros. El licor verde se vende a 35,90 euros.. Ha sucedido una situación parecida a la bodega Can Domènech, donde remarcan que no se suelen fijar en la diferencia de precios entre los años porque «es un producto que sí o sí se vende». Y es que, aparte de las botellas normales, cada año se fabrica una edición limitada con una imagen de las fiestas de Santa Tecla a la contra etiqueta, convirtiendo el producto en un reclamo para tarraconenses y coleccionistas.

Por otra parte, ambos establecimientos remarcan que tienen mucha demanda extranjera. La responsable de VinoVi Vinoteca explica que recibe llamadas de turistas, sobre todo franceses que se encuentran veraneando en la costa, preguntando si les queda Chartreuse, y que se desplazan hasta el centro de la ciudad sólo para comprar. Desde Can Domènech creen que eso es debido al hecho de que los turistas «viven las fiestas como si fueran suyas».

Ante el gran número de demanda local y extranjera, las tiendas se encuentran con la problemática de la falta de producto A pesar de los esfuerzos de los establecimientos para regular la venta del Chartreuse, marcando una botella de cada por persona, a estas alturas ya no los queda licor verde y muy poco del amarillo. Una de las responsables de la bodega Can Domènech explica que han tenido que sacar las botellas de Chartreuse amarillo de cara al público para controlar mejor que todo el mundo se lleve sólo una por persona. En el caso de la vinatería Clot Martell, se quedaron sin stock en un día. Todos los establecimientos mencionados han hecho el intento de pedir más botellas, pero sin éxito.

Todo tiene una razón: los monjes cartujanos, los únicos fabricantes de Chartreuse, informaron en un comunicado en enero de 2023, de que desde 2021 sólo pretendían producir el licor «justo y necesario». Philippe Rochez, director comercial de Chartreuse Diffusion, la empresa encargada de distribuir la bebida, explicó en una entrevista al medio francés France 3 Alpes el pasado abril que la orden religiosa quiere «limitar la producción para centrarse en su objetivo principal: proteger su vida monástica». De esta manera, también pretenden mantener su modelo de producción a pequeña escala, en el que sólo tres monjes se encargan de fabricar el licor y los 80 trabajadores de Chartreuse Diffusion organizan la producción y distribución. Otra de las razones es que quieren proteger el medio ambiente limitante la recolección de plantas para la fabricación de la bebida, y de las cuales se necesitan 40 toneladas al año. Desde la marca ya hace dos años que preparan a los clientes poreste estancamiento de la oferta, aplicando cuotas en la cantidad de botellas que se envían en función de los destinos. Todo para remarcar que, hoy por hoy, la premisa principal de la empresa es «hacer menos, pero mejor y durante más tiempo».

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