«La Nit de la Recerca es la Fiesta Mayor de la divulgación científica»

—La Nit de la Recercallega a la 6.ª edición. ¿Cómo se presenta?

—Con mucha ilusión y novedades. Es una oportunidad para visualizar nuestro trabajo y nos lo tomamos con ganas. Paranosotros, la Noche de la Investigación es como la Fiesta Mayor de la divulgación científica. El pasado viernes, por primera vez, llevamos talleres a Tortosa. La ciudad nos recibió muy bien y participaron muchas personas. Esta semana hemos tenido un par de actividades previas que han tenido muy buena acogida, al igual que las charlas que nuestros investigadores han ofrecido a los institutos y las escuelas y ahora ya lo tenemos todo a punto para el acto central de la Noche de la Investigación, que este año, como novedad, se alargará y se hará esta tarde y mañana por la mañana en plaza Corsini.

—Por qué han sumado la jornada del sábado por la mañana?

—El año pasado recibimos a más de 2.000 personas. Teníamos la sensación que no todo el mundo pudo dar los talleres que habría querido, así que decidimos ampliarlo y sumar la mañana de mañana.

—Destáqueme algún taller.

—Escoger uno es difícil, porque encuentro que todos son muy interesantes. Hace falta destacar el esfuerzo que hacen los grupos de investigación por salir de su zona de confort y comunicar la ciencia. Con todo, si tuviera que destacar algunos, serían, por ejemplo, Bienvenido en casa, ibero. De la mano de un grupo de investigadores del Departamento de historia y gracias a unas gafas3D, podremos entrar en una casa ibera y ver cómo vivían. Otro taller que me parece interesante es del ámbito de la psicología y enseña cómo nos engañan los sentidos. En otra propuesta, lingüistas nos explicarán cómo se aplican modelos matemáticos para conseguir que las máquinas hablen y comunicarnos con ellas sea muy ameno.

—Se rompe el cliché del científico de laboratorio y bata blanca.

—Sí. Tenemos que salir, porque la realidad es muy diversa. Y mostrar esta diversidad nos permite estimular la curiosidad científica en las personas que nos visiten estas dos jornadas. Quizás, alguna de ellas acabará siendo un científico famoso, quien sabe. Sin embargo, la gran mayoría no lo será. Ahora bien, si les queda la idea de que para tomar decisiones nos tenemos que basar en las evidencias empíricas, ya empezarán a tener un pensamiento científico. Si estos talleres despiertan la curiosidad de hacerse preguntas y la creatividad de ir a buscar respuestas atrevidas, y todo bajo el paraguas del método científico, habremos conseguido estimular una manera de pensar más racional.

—Repetirán el próximo año en Tortosa? ¿Se han planteado incluir nuevas sedes?

—Con respecto a Tortosa, es una iniciativa que ha llegado para quedarse. Tenemos vocación de interaccionar con todo el territorio, así que incluir nuevas sedes es una idea muy tentadora. Siempre la tenemos sobre la mesa, pero tenemos que ser conscientes de los recursos que tenemos. La Nit de la Recerca está subvencionada por la Unión Europea y cuenta con la colaboración de la Diputación, el Ayuntamiento de Tarragona, el Mercado Central, Borges y este año también se ha sumado el Puerto. Con estos recursos podemos darle la dimensión que tiene. Ahora bien, el que sí que nos permite llegar en todo el territorio de manera más global son las charlas que hemos estado haciendo estas dos semanas a institutos y escuelas y que han tenido una gran demanda.

—Mencionaba que los investigadores hacen un esfuerzo por salir de la zona de confort. ¿Qué handicaps se encuentran?

—tenemos que tener en cuenta que la persona que hace el taller sabe mucho. Cuando alguien es especialista en un ámbito muy concreto, todo lo encuentra muy importante y es fácil perderse en los detalles. La capacidad de sintetizar y de focalizar cuáles son los puntos de información esencial que conseguirán captar la atención del público y hacerlo con un vocabulario comprensible y sin tecnicismos es la clave.

—Qué puede hacer más la universidad para seguir difundiendo la investigaciónal gran público?

—Actividades como la Nit de la Recerca están muy concentradas en unas fechas concretas. Es cierto que a lo largo del año tenemos talleres dirigidos al gran público, como La ciencia de los castells o La ciencia del vino, pero sería muy bueno poder conseguir más oferta de talleres, más variada y con más presencia al conjunto del territorio. Pero para hacer, hace falta inversión económica. La falta de inversión en investigación universitaria repercute en todos los ámbitos, también en la divulgación. Veremos si la nueva Ley de Universidades cumple y nos llega este incremento de financiación.