Gordon McInally: «Después de 30 años, estamos muy cerca de erradicar la polio en el mundo»

— El Rotary Club tiene 1,4 millones de miembros por todo el mundo, pero quizás mucha gente no lo conoce. ¿Cómo definiría este club?

— Somos una organización filantrópica local e internacional, que funcionamos de una forma unida y tenemos un único objetivo: mejorar el mundo que nos rodea. El Rotary Club se fundó el año 1905 en Chicago y desde entonces no ha parado de crecer en los cinco continentes. Somos la mejor forma que tiene cualquier persona de crear un impacto diferencial en el mundo ofreciendo ayuda humanitaria a quién más la necesita.

— Una de sus principales luchas es contra la poliomielitis. ¿Por qué?

— Porque la polio es una de las pocas enfermedades que sí que se pueden erradicar con una vacuna. El último caso en España fue hace 55 años. En Europa, ya nos hemos olvidado, pero eso afectaba y afecta a muchísima gente por la falta de medios. Nuestro club hace 30 años que provee vacunas contra esta enfermedad a la población infantil. Cuando empezamos, había 365.000 casos alaño por todo el mundo. Este año, de momento sólo se han registrado 8 casos. Confiamos plenamente en que con nuestro trabajo la podremos erradicar, estamos muy cerca.

— I a partir de aquí, cuál es el siguiente paso?

— Tenemos que ir paso a paso, pero nuestra voluntad tiene una visión global. Nos especializamos en problemas de salud pública, pero también queremos mejorar sus condiciones de vida, su acceso a la educación, que vivan en entorno un entorno seguro, de paz.

— I todo eso lo consiguen gracias a su fundación.

— Sí, la fundación es un motor que nos da la energía para hacer todas aquellas cosas que planeamos. Como cualquier motor, necesita gasolina, que en este caso son las donaciones que recibimos. Nuestros actos siempre tienen la voluntad de recaudar fondos.

— Este domingo han organizado una fideuada popular delante de la iglesia de Sant Pere del Serrallo. ¿Qué se hará con el dinero recaudado?

— Toda la recaudación servirá para poder vacunar contra la polio unos 50.000 niños y niñas del tercer mundo. En este caso, recibimos también la colaboración de la fundación de Bill Gates. El Rotary Club de Tarragona ha hecho un gran trabajo. Al fin y al cabo, todo eso no va de la cantidad de dinero que recaudamos, sino de qué acciones podemos hacer con este impulso.

— Usted ha sido escogido presidente internacional de la organización por un año. ¿Cuál es uno de sus principales objetivos?

— Mi mandato es de sólo un año, como marca nuestro reglamento. Sin embargo, uno de mis objetivos es seguir creciendo y haciendo mayor a la entidad. En el distrito 2202, en el cual forma parte Cataluña, ya somos unos ochenta de clubs. Creo firmemente que si más gente supiera quiénes somos y qué hacemos, querrían formar parte de nuestro club. Sin embargo, tenemos que hacer del Rotary un lugar disponible para gente de todas las generaciones. Cada generación quiere vivir su actividad dentro del club de forma diferente. Algunos quieren reunirse una vez por semana, a la misma hora y en elmismo sitio. Pero muchos otros, sobre todo los más jóvenes, quieren salir e ir a aquellos países in situ y ayudar a los más vulnerables. Al final, todos tenemos el mismo objetivo y tenemos que ser una organización abierta a todas las maneras de hacer.

— Cuál es el futuro que le depara a la organización?

— Soy muy optimista. Creo que estamos en un periodo difícil socialmente. Hemos pasado una grave pandemia, pero también nos ha ayudado a parar y plantearnos muchas cosas. Y una de ellas, esencial, es que tenemos que ayudarnos y cuidarnos entre nosotros. Y el Rotary Club es una gran manera de hacerlo.