La subida de la luz, los salarios y los intereses pone a los ayuntamientos contra las cuerdas

Los ayuntamientos empiezan a trabajar en la elaboración los presupuestos del 2024 y lo hacen con el reto de cuadrar sus cuentas en un contexto inflacionista. La subida del precio de la electricidad, así como el incremento de los tipos de interés ponen contra las cuerdas los consistorios de la provincia de Tarragona. Los gobiernos municipales también tienen que hacer frente a la subida salarial a funcionarios y trabajadores públicos que acordó el Estado con los sindicatos a finales del 2022. Los ayuntamientos se encuentran ante la difícil disyuntiva de cómo alcanzar el equilibrio entre los gastos y los ingresos. Una opción es recortar el gasto corriente y, si fuera necesario, reducir la partida destinada a inversiones. La otra es aumentar la presión fiscal subiendo impuestos como la tasa de basura, el impuesto de vehículos de tracción mecánica o el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI).

En el caso hipotético que los ayuntamientos mantuvieran los ingresos previstos para este año en los presupuestos del 2024, la mayoría de los municipios se encontrarían en situación de insuficiencia financiera. En la ciudad de Tarragona, por ejemplo habría un déficit de 14 millones de euros. En el caso de otras localidades como Salou o Calafell, sería necesario un aumento de los ingresos o una reducción de los gastos por valor de 6 millones de euros para poder cuadrar las cuentas.

Si bien el incremento del precio de la luz y de los tipos de interés hinchan de manera considerable los gastos a los consistorios, la subida de los sueldos de los trabajadores es uno de los aumentos que más repercutirá en las arcas municipales. El año pasado, el Ministeri d'Hisenda pactó aumentar el salario de los funcionarios un 9,5% variable hasta el 2024. Este año, estaba previsto aplicar el alza del 2,5%. Finalmente, los funcionarios cobrarán un 0,5% más, con efectos retroactivos desde enero, ya que se ha activado una de las cláusulas de revisión que contemplaba la aplicación de este porcentaje extra si la suma del IPC armonizado del 2022 y el 2023 superaba el 6%. En Tarragona, eso supone un crecimiento en el capítulo I –que incluye las remuneraciones de personal– de 2,5 millones de euros. Mientras tanto, en Reus, los incrementos retributivos comportarán un aumento de 3,5 millones. Con respecto a Calafell, pasarán de pagar 16 a 19 millones de euros. En Salou, en cambio, el gasto de personal supondrá 600.000 euros más y, en Valls, 450.000 más.

Los ayuntamientos también tienen que afrontar una de las grandes problemáticas que se está viviendo en los hogares en la actualidad: el encarecimiento del precio de la luz. Durante el 2022, el gasto energético se disparó y se alcanzaron máximos históricos. Aunque este año el ritmo no ha sido tan vertiginoso, locierto es que continúa la tendencia al alza. En la capital, el Ayuntamiento prevé pagar 2,5 millones de euros más en el 2024. Por otra parte, se prevé un crecimiento de 600.000 euros en Salou, 325.000 euros en Valls y 150.000 en Reus, donde están, pendientes de cómo puede afectar al acuerdo con Reus Energia.

Subida de los tipos de interés

El Banco Central Europeo (BCE) decidió, el pasado 14 de septiembre, subir los tipos de interés 25 puntos básicos, elevándoles hasta el 4,5%, el nivel más alto desde el 2001. Este hecho también supone un golpe duro para las arcas de muchos municipios. Hay excepciones, como Salou, que tiene los préstamos a plazo fijo y no se verán afectados por esta medida. En cambio, otros consistorios, como el de Tarragona, tendrán que destinar 2,5 millones de euros más a pagar los tipos de interés. Para el Ayuntamiento de Reus, supondrá un incremento de 1,7 millones de euros, mientras que al de Valls le comportará un aumento de 100.000 euros.

Hay que tener en cuenta que los ayuntamientos también tienen que cubrir el posible déficit que puedan tener aquellas empresas u organismos con dependencia municipal. Aparte de la subida de la luz, los tipos de interés y los sueldos, también tienen que asumir el incremento de otros gastos como son aquellas derivadas de las concesiones, como el de la gestión de la limpieza o del mantenimiento. El Ayuntamiento de Salou, por ejemplo, prevé un aumento de unos cuatro millones de euros.

Reducir la deuda viva

Por si no es lo bastante complicada la tarea de cuadrar las cuentas del 2024 en el contexto económico actual, muchos gobiernos municipales también tienen la obligación de reducir la deuda viva. En estos últimos años, Tarragona ha conseguido reducir el endeudamiento hasta el 85% y Reus, hasta el 70% aproximadamente. Hay casos excepcionales como el de Vila-seca, donde el Ayuntamiento está completamente saneado. Sin embargo, no es ajeno a la realidad inflacionista que sobrevuela los consistorios. En el caso de Vila-seca, el gasto para pagar intereses bancarios será inexistente, pero igualmente tendrán que tomar medidas ante el incremento del gasto en consumo energético y en salarios.

Si los ayuntamientos quieren prestar los mismos servicios que hasta ahora, tendrán que aumentar sus ingresos. Otra opción es hacer recortes para reducir gastos. En el Vendrell, ya han optado por subir tasas. Una de las que se ha modificado es la de la basura, ya que la ley actual establece que, con lo que se recauda de esta tasa se tiene que pagar el 100% del servicio de recogida y tratamiento de residuos. Esta adaptación se tiene que hacer antes del 2025. El consistorio del Baix Penedès ha tomado esta medida después de dos años en el que los impuestos se han congelado. Seguramente no será el único municipio que se decante por esta vía, teniendo en cuenta que hay ayuntamientos con parte de su presupuesto comprometido que no podrán cubrir con sus ingresos corrientes actuales.