Comercio
Tarragona estrena librería de viejo
Enric Benaiges y Albert Velasco han inaugurado este mes de septiembre La Quimera, una librería especializada en libro antiguo y moderno de segunda mano
La Quimera es una librería nueva especializada en libros viejos. O siendo más esmerados, especializada en libros antiguos (es decir, que pueden abarcar desde el siglo XV hasta principios del XX), y libros modernos de segunda mano. Esta nueva librería de viejo abrió puertas en la ciudad de Tarragona este mismo mes de septiembre, en un espacio emblemático de la bajada de la Misericordia. El local, que hasta entonces había sido la tienda de antigüedades Castellarnau, es un espacio histórico en el que la piedra, igual que los libros que cobija, habla de tiempos remotos.
Detrás del negocio están Enric Benaiges y Albert Velasco, dos de los cinco socios que habían impulsado el Espai Nautilus de la calle Reding. «Hace unos años, los dos nos interesamos por la restauración de mueble antiguo. De allí, fuimos derivando al libro antiguo, y al ver la posibilidad de alquilar un local como este, nos tiramos de cabeza», explica Albert.
En La Quimera tienen una buena selección de narrativa en catalán y castellano, literatura infantil, poesía, ensayo, pensamiento teológico, filosofía, historia y arte, entre otros. También hay una sección centrada en Tarragona. Con respecto al libro antiguo, un rasgo singular de La Quimera es que este está al alcance del público: «Queremos evitar la sacralización de este tipo de manuales, y por eso no los tenemos en vitrinas. Queremos que la gente tenga acceso, que los puedan tocar y hojear, ver cómo era el papel, cómo estaban encuadernados...», subraya el librero.
El origen de todo este material que está en venta, detalla, es diverso: «Tanto pueden ser particulares que se desprenden de sus librerías, como mercadillos de segunda mano u otros libreros con los que estamos en contacto». En este sentido, Albert admite que a él y a su socio les gusta mucho «el efecto sorpresa», y «remover en mercadillos y libros de viejo hasta que aparece aquel tesoro».
Aunque La Quimera justo arranca su camino, los dos libreros admiten estar bastante contentos con el recibimiento que han tenido hasta ahora. Además, detallan, «la gente que entra se sorprende mucho también por el espacio, que es único» (parte de la librería ocupa una arcada del antiguo circo romano). El cliente, explican, es «gente de todas las edades y con perfiles bastante diferentes. También gente joven, que hay que está interesada en este mundo y sabe».
Al final, afirma Albert, «tenemos bastantes tipos y precios de libros para que quien entre encuentre algún libro que le pueda interesar. Sobre todo, porque el perfil de quien entra en una librería como la nuestra ya tiene una cierta sensibilidad». De cara al futuro, Albert y Enric no descartan acabar haciendo actividades como presentaciones de libros. «Pero todavía no hace un mes que hemos abierto, así que ahora lo que toca es bajar las revoluciones y aposentarnos», concluye Albert.