Más de la mitad de los estudiantes de la URV tienen riesgo de sufrir un trastorno mental común

Más de la mitad de los estudiantes de la Universidad Rovira i Virgili (URV), un 69%, tienen riesgo de sufrir un trastorno mental común. Es el resultado de la encuesta hecha a 2.862 estudiantes por el Servicio de Atención Psicológica (SAP) de la universidad durante los cursos 2021-22. Así, el 49% de los estudiantes estaban en riesgo de sufrir un trastorno de ansiedad generalizada y el 47% en riesgo de sufrir un trastorno de depresión mayor.

«Son cifras muy altas, pero concuerdan con estudios científicos que están saliendo ahora mismo, con muestras mayores, y están obteniendo los mismos números», - ha explicado la profesora y coordinadora del SAP, Anna Huguet. Además, casi el 20% de los alumnos encuestados han pensado o tenido una conducta suicida en el último mes.

Aparte de la ansiedad y la depresión, la encuesta también indica que el 15% de los alumnos está en riesgo de sufrir un trastorno de pánico; el 24% de abuso o dependencia al alcohol mientras que el 8% tienen el riesgo de sufrir un trastorno por infarto, y el 3% de bulimia nerviosa. A la vez, hasta un 69% están en riesgo de sufrir al menos uno de los problemas planteados.

Del estudio también se desprende que el 30,7% de las personas que respondieron habían tenido un problema emocional o relacionado con el consumo de alcohol o drogas en los últimos doce meses. De estos, dos de cada diez habían tomado medicación para afrontar el problema, y casi cuatro de cada diez había solicitado ayuda psicológica.

La encuesta se hizo a 2.862 estudiantes en el curso 2021-2022 y el 71% eran chicas, que mayoritariamente se sienten chicas; el 87% eran de etnia euro-caucásica y la mitad de estas viven con los padres mientras que el 28% con compañeros de piso. Eso ha permitido hacer una radiografía «muy clara» de la prevalencia del riesgo de sufrir trastornos de salud mental y también de los factores que están relacionados.

Prevención del suicidio

El cuestionario también tenía como objetivo evaluar la conducta y el pensamiento suicida. «Una tendencia que incrementa y que hace que nos tengamos que plantear que el abordaje de la salud mental no se puede dejar sólo en manos de la sanidad», ha apuntado Huguet. Así, en torno al 20% de los estudiantes que lo respondieron mostraron ideación o conducta suicida en los 30 días antes de ser preguntados. Eso incluye tanto los que habían pensado de manera pasiva, los que lo habían hecho de manera activa, y los que tenían un plan de suicidio (7,2%) o habían hecho un intento (0,7%).

Es en este marco que la URV dedica esta semana a prevenir y concienciar del suicidio en el entorno universitario, como aparte de las jornadas #TrioLaVida que impulsan las universidades públicas catalanas y el Departamento de Salud. Este jueves, un gran cubo del Sistema de Emergencias Médicas ocupa una buena parte de la plaza del Campus Catalunya para que la comunidad pueda vivir una experiencia interactiva.

La transición como factor de riesgo

Las profesoras Fina Canals y Anna Huguet explican que hay dos factores a tener en cuenta: por una parte, la transición que viven los estudiantes que empiezan la universidad, ya que han observado que son los estudiantes de grado, en este caso predominaban los de primero y segundo, los que presentan un estado de salud mental que «despierta más alarmas», en comparación con el alumnado de máster y doctorado. «La transición especialmente en edades tempranas se asocia con mucho estrés», ha afirmado Huguet. En esta línea, también han detectado que los estudiantes transgénero tienen más riesgo de sufrir como mínimo alguno de los trastornos mentales evaluados a través de la encuesta respecto de estudiantes que se identifican con el género con el que han nacido.

El SAP atiende 145 solicitudes

El SAP recibió 145 solicitudes el año pasado, de las cuales atendió el 83,2%. El motivo de consulta más común son problemas emocionales. De estos, el 30% de los atendidos había mostrado ideación o conducta suicida en el último mes, un 65,5% estaba en riesgo de sufrir un trastorno o depresión mayor y el 58,8%, de sufrir un trastorno de ansiedad.