Un tiroteo entre dos familias en el barrio de Campclar acaba con un muerto y dos heridos

Expectación máxima ayer en el barrio de Campclar, donde se produjo un tiroteo que se saldó con un muerto y dos heridos. Poco antes de las 13 horas, los Mossos d'Esquadra fueron alertados de una pelea con armas de fuego en la calle Riu Brugent, justamente donde se encuentra la comisaría del cuerpo policial. Después de una exhaustiva búsqueda para encontrar a los autores de los tiros, la policía autonómica entró en un domicilio donde se escondían diez individuos, que fueron trasladados a la comisaría de Campclar para ser interrogados. Finalmente, seis de ellos, que tienen entre 19 y 50 años, han acabado detenidos. La investigación continúa abierta para determinar su grado de implicación de cada uno.

«Estaba tranquilo en mi habitación y, de repente, he escuchado tres tiros», explicaba un vecino que vive en la calle Riu Brugent. Preocupado por no saber de dónde venían aquellos estridentes ruidos, decidió mirar por la ventana y vio «a un grupo de hombres corriendo hacia un edificio de la plaza de Camarón». Todo eso se produjo en torno a la una del mediodía. Tres cuartos de hora después, los Mossos d'Esquadra montaron un centro de mando para activar un dispositivo policial con unos 150 efectivos de seguridad ciudadana, de la unidad de investigación, del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) y del Grupo Especial de Intervención (GEI). También activaron el helicóptero, a través del cual enviaban imágenes en línea de la intervención en la sala de crisis en la Sala Central.

La investigación del caso está bajo secreto de actuaciones, aunque han trascendido algunos detalles del altercado. El intendente jefe de la región policial del Camp de Tarragona de los Mossos, Vicenç Lleonart explicaba que la pelea ha sido entre dos «grupos familiares» y se saldó con una muerte, la de un hombre de unos 55 años. Otros dos individuos, más jóvenes, acabaron heridos y fueron trasladados por el SEM al hospital. No se teme por su vida. El intendente también apuntó que se han intervenido dos armas, «una corta y una larga». Por lo que respecta a los diez implicados, indicaba que no opusieron resistencia cuando los ARRO accedieron al piso donde estaban escondidos para identificarlos y los trasladaron a comisaría.

El punto caliente y donde se concentraban la mayoría de los efectivos policiales se encontraba en el callejón sin salida que hay en la calle Riu Brugent, donde, presumiblemente, estaría ubicado el domicilio intervenido. De este mismo lugar, una grúa extrajo dos vehículos, un BMW y un Opel negros que fueron remolcados, hasta el parking de la comisaría de Campclar. Allí, también había una furgoneta del Tanatorio Municipal de Tarragona que, a las 15.48 horas, se llevó el cadáver de la víctima.

Lleonar también explicaba que, con el objetivo de «dar seguridad al barrio», se controló y perimetró la zona de conflicto, delimitada por las calles Riu Brugent, Riu Llobregat, Riu Ter y la carretera de Valencia. Durante todo el mediodía, se podía respirar tensión en el ambiente. Muchos vecinos permanecían preocupados en sus domicilios, mientras esperaban novedades sobre el tiroteo. Fuera de la zona delimitada, había algunos residentes que querían acceder a su vivienda, los cuales eran frenados por los agentes, un hecho que provocó algunos momentos de confrontación. También había curiosos, que se acercaban hasta las cuerdas policiales para observar con gran expectación el dispositivo.

Donde también se vivieron momentos de desazón fue en el Institut Escola Mediterrani de Campclar, ya que los hechos se produjeron a la hora de salida del alumnado. «Mis hijos se quedan en el comedor, pero llamé a la escuela para decirles que no salieran al patio», decía uno de los padres, visiblemente preocupados, que se acercaron hasta el centro para recoger a sus hijos, los cuales se habían quedado confinados en la escuela.

Se mantiene el dispositivo por la noche

El dispositivo policial se mantuvo por la noche y, seguramente, continuará activo durante los próximos días. Los Mossos, con la colaboración de la Guardia Urbana, vigilarán que, a raíz de la mortal pelea de ayer, no se produzcan nuevos incidentes. Con esto, se pretende mejorar «la percepción de seguridad por parte de los vecinos con más dotaciones del orden público», apuntaba Vicenç Lleonart.