El Ayuntamiento de Tarragona cerrará el solar de la calle de Smith para «evitar su deterioro»

Los vecinos del barrio del Puerto, así como varias entidades, han intentado recuperar y dar vida en el solar de la calle de Smith en varias ocasiones. La última vez fue en junio, cuando la Red Antirracista de Tarragona impulsó una limpieza comunitaria. La realidad es que nada ha acabado de funcionar. Con el paso de los meses, este terreno abandonado desde hace muchos años se ha convertido en un vertedero de voluminosos. Incluso, se ha sufrido algún susto con pequeños incendios de muebles. Esta situación ha provocado que la Guardia Urbana coloque, próximamente, una valla perimetral «a efectos de evitar el progresivo deterioro del espacio».

El solar está en venta

Aunque, actualmente, el solar es accesible para todo el mundo, es importante remarcar que es privado. De hecho, está en venta. En la plataforma inmobiliaria Idealista, el terreno tiene un precio de 575.000 euros. La Guardia Urbana ya se puso en contacto con las fincas que gestionan la venta de este espacio y acordaron que contactarían con el propietario con el fin de colocar la valla. Una vez tengan luz verde, procederán a la limpieza y la clausura del solar. Sin embargo, si hiciera falta, requerirían el servicio de limpieza de FCC para retirar muebles y diferentes trastos.

Es una noticia agridulce para Mari Carmen Puig, presidenta de la Asociación de Vecinos (AVDA) del barrio del Puerto, quien celebra que el Ayuntamiento tome medidas después de los problemas que se están produciendo en el solar: «Hay personas que sólo lo utilizan para tirar amueblas y se ha producido algún incidente que ha obligado a los bomberos a venir. Había que hacer alguna cosa». Puig, sin embargo, lamenta que los vecinos no hayan podido aprovechar este espacio. «Se ha intentado bastantes veces, pero nunca se ha acabado de hacer nada», indica. La Comunalitat Urbana de Tarragona, por ejemplo, convocó varios encuentros que tenían que servir para organizar a los vecinos a la hora de mantener el solar y para decidir que se quería hacer allí. Al principio, hubo buena participación, pero la implicación fue cayendo a medida que iban pasando las semanas.

Por otra parte, la presidenta de la agrupación vecinal reclama que, aunque se cierre el solar, se lleven a cabo tareas de limpieza y mantenimiento periódicamente. En este sentido, pide que no coloquen una reja metálica, sino una valla sin agujeros, porque que la gente no pueda tirar cosas. «Es necesario que se mantenga en condiciones y no vuelva a pasar como hace años, que se convirtió en un centro de reciclaje», reclama Puig, a quien reconoce que se ha perdido una gran oportunidad por crear un espacio de reunión agradable para el vecindario del barrio.