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ERC se planta en el 3,5% de subida de IBI y obliga a Viñuales a buscar apoyo en ECP

Los republicanos ofrecen su abstención en este tope, pero a cambio de 20 condiciones

El portaveu d'ECP, Jordi Collado, l'alcalde, Rubén Viñuales, i la portaveu d'Esquerra, Maria Roig.

ERC se planta en el 3,5% de subida de IBI y obliga a Viñuales a buscar apoyo en ECPGerard Martí

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El grupo municipal de Esquerra Republicana se mantiene inamovible en las negociaciones con el gobierno socialista para aprobar las ordenanzas fiscales. Ayer, se produjo una nueva reunión entre el ejecutivo y ERC, en la que los republicanos mantuvieron su postura de no subir el IBI más de un 3,5%, una cifra considerablemente inferior al 20% que proponía en un inicio el alcalde, Rubén Viñuales.

Si el alcalde quiere conseguir la abstención de Esquerra de cara al pleno del 26 de octubre para posibilitar un incremento de impuestos y tasas, no sólo tendrá que respetar este tope, sino también tendrá que aceptar las 20 condiciones que ha puesto sobre la mesa el grupo mayoritario de la oposición. El enroque de ERC ha llevado a Viñuales a buscar el apoyo de otras formaciones, como es el caso de En Comú Podem.

El tope del 3,5% que marca ERC no será gratuito, ya que los republicanos piden, entre otros, una partida de 1 millón de euros para comprar vivienda para SMHAUSA, reparar los locales de las asociaciones de vecinos, hacer realidad el centro cívico de Santiyán y sacar adelante el de Llevant en la entrada de la Ciutat de Repòs. También han exigido que se ejecuten los carriles bici previstos en la ciudad, se realice la pacificación del tramo Unió-Prim-Apodaca, se haga el Plan de accesibilidad o que no se eliminen los abonos de la EMT. Por otra parte, reclaman que los socialistas saquen adelante proyectos pendientes del anterior gobierno, como el aparcamiento disuasivo de la Floresta o los parques multideportivos de Sant Pere i Sant Pau y Ponent.

ERC se aferra al incremento máximo del 3,5%, que consideran que es el más razonable porque es el mismo que el del IPC. Además, los republicanos verían injustificada una subida superior. Esquerra, quien mantiene que el Ayuntamiento no está en riesgo de «quiebra», habría expresado durante la reunión que el agujero de 14 millones de euros se tiene que tapar a través de una buena gestión presupuestaria y no con un incremento desmesurado del IBI, que podría subir progresivamente a lo largo del mandato.

No entrar en una subasta

Esquerra no está dispuesta a entrar en una subasta sobre el IBI, así que cierra la puerta totalmente a cualquier cifra superior al 3,5%. Tampoco quiere entrar en este «juego de ir haciendo ofertas» a En Comú Podem, con quien el gobierno intenta acercar posturas para llegar a un posible acuerdo para aprobar las ordenanzas fiscales.

Aunque en este principio de mandato los comunes apuntaban a ser un potencial socio de gobierno para los socialistas, lo cierto es que la relación entre Viñuales y el portavoz de ECP, Jordi Collado, se ha ido enfriando, a raíz de las negociaciones por el paquete de medidas propuesto por el alcalde para reducir el déficit de 14 millones de euros que prevé para el 2024.

Ayer, después de dos semanas con las conversaciones congeladas, se volvieron a reunir los comunes y los socialistas. El encuentro, sin embargo, no sirvió para desencallar la desavenencia entre ambas formaciones. Según ha podido saber Diari Més, En Comú Podem no salió satisfecha porque considera que no se han tenido en cuenta las medidas que sugirieron a Viñuales, más allá de rebajar el posible incremento del IBI.

Momentos antes de la reunión, en una comparecencia ante los medios, Jordi Collado expresaba su «decepción por la manera de negociar del gobierno». «No es responsabilidad del último grupo, en número de consejeros, poner soluciones sobre la mesa» añadía el consejero, quien apuntaba que, sin embargo, «hemos puesto más de 20». Viñuales tendrá que sudar de lo lindo si quiere conseguir los votos a favor de ECP, que tendrían que venir acompañados del apoyo de Junts per Catalunya para poder sacar adelante la modificación de las ordenanzas fiscales.

En caso de que ECP vote en contra y Esquerra, finalmente, se abstuviera también haría falta la abstención de Junts, ya que Vox y el PP ya han manifestado su oposición a subir impuestos. De momento, las negociaciones de Viñuales con Sendra van bien encaminadas. El verdadero reto será encontrar el apoyo de En Comú Podem si se descarta la opción de ERC.

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