Exigen aclarar las circunstancias de la muerte de Juan Gabriel Rodrigo Knafo en las protestas de 1976 en Tarragona

La manifestación del 5 de marzo de 1976 en Tarragona, motivada por las muertes de cinco obreros en Vitoria dos días antes, acabó una víctima mortal. Se trataba de Juan Gabriel Rodrigo Knafo, quien según el relato oficial, murió al caer desde el terrado de un edificio de la calle Unión. Cerca de 50 años más tarde, la familia sigue sospechando que Knafo fue asesinado por dos agentes de la policía armada, que después tiraron el cuerpo de arriba abajo. En el marco del festival Elles filmen, el portavoz de la familia y cuñado de la víctima, José Antonio Giménez, ha recordado este lunes Knafo con la esperanza de que las administraciones se impliquen en el caso. «Pedimos que se depuren responsabilidades y se limpie la memoria de Juan Gabriel», ha insistido.

Este año se cumplen 47 años de los sucesos de Vitoria, también conocidos como 'La matanza del 3 de marzo', dondecinco obreros murieron abatidos por los tiros de la policía en una intervención que llegaba después de meses de huelgas generales continuadas y movilizaciones para reclamar mejoras salariales, laborales y sociales. Dos días después de los hechos, el 5 de marzo de 1976, los trabajadores que se encargaban de la construcción y el montaje de las primeras empresas de refinería de la petroquímica en la Pobla de Mafumet acordaron en asamblea mostrar su apoyocon una movilización hasta el centro de Tarragona. «Al llegar a la avenida de Andorra nos encontramos a las lecheras de la policía. Sabíamos que no nos dejarían pasar tan fácilmente, pero teníamos acordado que nos dispersaríamos y nos encontraríamos en la Rambla Nova», ha explicado a la ACN José Antonio Giménez, quién junto con su cuñado, Juan Gabriel Rodrigo Knafo, participó en aquella protesta.

Con la llegada de la policía en la Rambla Nova, los dos jóvenes se separaron en direcciones opuestas en un momento de confusión con el inicio de las cargas policiales. Según explica Giménez, su cuñado aprovechó que el portal del número siete de la calle Unión estaba abierto para intentar esconderse. «Detrás suyo lo siguieron dos agentes, que subieron hasta la terraza. La policía bajó a pie y él bajó de la terraza hasta tierra. ¿Qué pasó allí? Sólo ellos tres fueron testigos», ha lanzado el portavoz de la familia. En el momento de los hechos, Juan Gabriel, más conocido como Knafo, tenía diecinueve años.

Según la versión oficial de la época, Knafo murió al caer de arriba abajo de un bloque de pisos mientras saltaba entre terrados para escapar de los agentes. La familia sin embargo, no fue notificada de los hechos hasta el día siguiente en el hospital de Santa Tecla, donde la autopsia determinó que el joven había muerto a causa de las lesiones sufridas por el golpe. Después de compartir los resultados de la autopsia con otros profesionales forenses, la familia no cree el relato de la policía, ya que el cuerpo de Juan Gabriel no presentaba ninguna herida en brazos o piernas que pudieran demostrar que estaba vivo en el momento de la caída. Todo, les ha hecho sospechar durante cerca de cincuenta años que el joven murió en el terrado y fue tirado descalabro por los agentes después.

A esta teoría, la familia suma otra sospecha respecto del trato que recibió Juan Gabriel una vez muerto. El padre y una de las hermanas de la víctima pudieron ver brevemente su cuerpo, y según su testimonio, el joven había sido sometido a una operación en que le extrajeron los ojos. «Suponemos que no sólo se extrajeron aquellos órganos, sino que aprovecharon la circunstancia para sacar de otros para trasplantes», ha denunciado.

La familia reclama que se reabra la investigación

En este contexto, las hermanas de Juan Gabriel y su cuñado han recopilado información durante cerca de cincuenta años para intentar aclarar las circunstancias de su muerte. Giménez apunta que se sienten olvidados por parte de la clase política y reclama una reparación. Así, exige que la investigación se reabra para «depurar responsabilidades y limpiar la memoria» del joven. A la vez, reclama que el consistorio haga cumplimientode la moción aprobada en marzo de 2016 en que se acordaba que el Ayuntamiento de Tarragona interpondría una querella criminal ante los Juzgados de Instrucción de Tarragona para investigar los hechos.

Actualmente, en Tarragona hay dos elementos que recuerdan la figura de Knafo; por una parte, una placa que luce en el número siete de la calle Unión y de la otra, un memorial donde se explican los hechos del 3 de marzo en Vitoria y la manifestación posterior a Tarragona ilustrada con la portada de la revista 'Cambio 16' dónde se recogía el multitudinario entierro del joven. Cada año, alrededor del 5 de marzo, se recuerda su figura con una concentración.

El festival 'Elles filmen' da protagonismo a la historia de Knafo

La historia de Knafo ha revivido de nuevo este lunes en el marco del festival cinematográfico 'Elles filmen', como precedente de la proyección 'El crimen de Cuenca'. El encargado de hacer memoria ha sido José Antonio Giménez como portavoz de la familia, quien espera que después de esta intervención, el consistorio tarraconense esté abierto a trabajar para hacer cumplir el acuerdo firmado ahora hace siete años y se haga justicia. Sin embargo, reconocen que todavía no han hablado con el actual equipo de gobierno: «Supongo que no harán caso omiso: se las recordará las obligaciones que adoptaron en aquel pleno».

El ciclo está dedicado a Pilar Miró, coincidiendo con el 25.º aniversario de la muerte de una de las pioneras del cine en el estado español. El programa de este año consistirá en tres películas que dirigió: 'El crimen de Cuenca', 'La petición' y 'El perro del hortelano'. Antes de cada filme, se propondrán coloquios sobre otras temáticas, como el feminismo y las adaptaciones cinematográficas a partir de obras literarias.