Subir la tasa de terrazas en Tarragona, en manos de Junts y ERC

La propuesta de subir un 20% la tasa de ocupación de las terrazas llegará al pleno extraordinario de mañana, después de los votos favorables del PSC y En Comú Podem, las abstenciones de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, y los votos en contra del Partido Popular y Vox en la votación que se produjo durante la comisión de Hacienda celebrada ayer por la mañana. ERC y Junts han querido facilitar que esta medida se acabe llevando a plenario, pero todavía no han decidido cuál será su posicionamiento definitivo.

«Todavía tenemos todo el día de hoy para acabar de negociar, hay todavía cosas para hablar», apunta el portavoz de la formación juntaire, Jordi Sendra. Por su parte, la líder republicana, Maria Roig, cree que «hace falta regular las terrazas, pero temas así, que afectan a la configuración de la ciudad y a la generación de puestos de trabajo, merece un tiempo más pausado para reflexionar y estudiarlo». «Con todo, sorprende que no se resuelva el elevado impago en materia de terrazas, porque con el incremento de la tasa estamos castigando a los que lo hacen bien», apuntaba la consejera.

Tanto PP como Vox han continuado con la misma tónica de las últimas semanas, posicionándose en contra de cualquier propuesta del gobierno de incrementar tasas e impuestos. «El grupo municipal siempre ha dado apoyo a la hostelería y no está de acuerdo con una medida que frena la economía», defiende la portavoz de la formación popular, Maria Mercè Martorell, que se ha opuesto totalmente a la nueva medida que ha presentado el gobierno municipal.

El portavoz de Vox, Javier Gómez, criticaba que «no se ha contemplado el efecto negativo que esta propuesta comportará para un gremio importante de Tarragona». «El alcalde sólo tiene un objetivo: aumentar con voracidad recaudatoria todos los impuestos municipales», añade. La subida de la tasa de ocupación de las terrazas, una medida que ha propuesto el gobierno después de que ECP la pusiera como condición para llegar a un posible acuerdo, queda en manos de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana.