Restauración
Los restauradores de Tarragona critican la subida de la tasa de ocupación de las terrazas
Escribano explica que la alta carga impositiva, sumada a la inflación, provocan que los beneficios en el sector sean del «5%»
La subida de impuestos aprobada por el Ayuntamiento de Tarragona el pasado jueves no ha estado bien recibida por la ciudadanía ni por algunos sectores económicos como el de la restauración, que ha visto cómo la tasa de ocupación de las terrazas ha crecido un 20%. «Es una subida más, que se añade a la del precio de la luz, del agua o del cesto de la compra» apunta Javier Escribano, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería (AEH) de la ciudad de Tarragona, quien también remarca que tienen que hacer frente a «el aumento del IBI y el encarecimiento de las hipotecas». «Estamos en contra porque no ayuda nada a un sector a que ya está muy castigado», afirma.
Escribano asegura que esta nueva medida dificulta todavía más la supervivencia de algunos negocios, ya que la rentabilidad económica ha disminuido considerablemente. «Hace unos años, los beneficios podían ser de un 30% y, ahora, llega a duras penas al 5%», indica. El hecho de que el margen sea mínimo comporta un riesgo importante para los empresarios: «Si hay cualquier contratiempo, como tener que comprar una cámara frigorífica porque se ha estropeado la que tienes, te descuadra todo el presupuesto». En este sentido, afirma que el sector vive «al límite» y eso es «peligroso», ya que estos gastos imprevistos pueden llevar al empresario a bajar la persiana «con una deuda en sus hombros».
Sin embargo, el presidente del AEH de la ciudad de Tarragona reconoce que la subida de la tasa de las terrazas no provocará que cierren más negocios. Eso sí, tendrá otras repercusiones, cómo es el caso de un posible incremento del «tiquetmedio», en un intento por aumentar los beneficios y hacer frente al aumento de la carga impositiva, así como a la inflación. Escribano remarca que los hostaleros sólo tocarán los precios «el mínimo y necesario», porque tendrán que buscar el equilibrio para no perder clientela. A pesar de que esta subida sería contenida, existe cierta preocupación porque, si continúa la subida generalizada de costes, «nos encaminamos hacia un escenario en lo que la gente no podrá comer o cenar por menos de 30 euros».
Más control del Ayuntamiento
Durante el pleno del jueves, algunos partidos denunciaron que sólo un 50% de los restauradores estaba pagando la tasa de las terrazas. «Cuando el Ayuntamiento nos comunicó la subida, pedimos que viniera acompañada de un mayor control», explica Escribano, quién pide una «gestión con sentido común» para que «no paguen sólo los mismos de siempre». La consejera de Hacienda, Isabel Mascaró, ya adelantó que están trabajando en la parte de inspección y la sancionadora para que haya un correcto funcionamiento. Hay que recordar que el edil justificaba el incremento del 20%, diciendo que el impuesto está «por debajo del precio de mercado», comparado con otros municipios de los alrededores y alguna capital de provincia catalana. Además, apuntaba que la regulación actual es de 1999 y la tarifa base no se ha tocado desde el 2014.
Por otra parte, desde la Asociación de Empresarios de Hostelería también se ha pedido que el consistorio haga un esfuerzo por «crear un marco adecuado en el que el sector pueda trabajar». Es decir, que «la ciudad funcione y esté animada», con «más turismo y movimiento», para que repercuta en los comercios de Tarragona, no sólo en restaurantes y bares.