Sociedad
La incineración de los difuntos crece más de un 20% en Tarragona desde el año 2008
Más de un 40% de las familias han optado por la cremación en el 2022 mientras que en el 2008 no llegaba al 20%
La incineración de los difuntos se consolida como la opción mayoritaria en Cataluña desde la pandemia: más de la mitad de las familias ya han incinerado a sus seres queridos desde el 2021 hacia la actualidad, mientras que la cifra no llegaba ni a un tercio hace 15 años, según datos hechos públicos por la patronal funeraria catalana, Asfuncat.
Los 60 hornos crematorios del Principado incineraron en el 2022 a un 52,91% de los 70.743 muertos, un porcentaje que casi dobla el 29,25% registrados en el 2008, cuando 59.485 personas murieron. Barcelona es la demarcación donde más se incineran los difuntos: casi seis de cada diez, un 57,71%, en el 2022, frente al 33,31% del 2008. En segundo lugar, está Girona, con un 47,32% (el 23,25% en el 2008); acto seguido, Tarragona, con un 41,35% (el 18,47% en el 2008), y, en la cola, Lleida, con un 26,63% (el 9,98% 15 años atrás).
Otros datos de PFB Serveis Funeraris, empresa con presencia en las comarcas del Barcelonès, Baix Llobregat y Maresme, constatan también que la incineración se consolida como la opción preferida por las familias y vuelve a situarse en el 60%, un porcentaje que se ha multiplicado por seis desde la puesta en funcionamiento del primer crematorio del Barcelonès, en el año 2003, con la apertura del Tanatorio de Badalona.
Otra tendencia que va al alza es que cerca del 25% de los servicios funerarios en PFB optan por despidos sin elementos religiosos. En el último año, la compañía funeraria, con sede en Badalona, ha registrado un aumento de cuatro puntos de las ceremonias laicas, que ya representan cerca del 25%. Con todo, las despedidas mayoritarias son todavía las católicas que, aunque se han reducido tres puntos porcentuales respecto de 2022, se sitúan actualmente en el 73,5%; mientras que el resto, alrededor del 1,5 %, pertenece a ceremonias de otras religiones.
En paralelo, el sector trabaja para adaptarse a los tiempos actuales. Algunos ejemplos son la apuesta por la eficiencia energética para minimizar la huella de carbono en hornos crematorios, el uso de urnas biodegradables o ataúdes ecológicos. Además, también destaca los servicios ofrecidos de acompañamiento del luto. Por ejemplo, PFB Serveis Funeraris cuenta, desde hace casi 20 años, con un servicio de soporte al luto. Es una atención psicológica especializada que resulta imprescindible a la hora de detectar o prevenir posibles lutos complejos, como pueden ser las muertes repentinas, de alguien muy joven, de un hijo o hija, por un suicidio o cuando se producen dos o más muertes simultáneamente, o con poco tiempo entre ellas.