Sociedad
Les protectoras de animales de Tarragona están al límite: «No podemos acoger más»
La desinformación sobre la nueva ley y los cambios de vivienda provocan un aumento de los abandonos inédito en otoño
Les protectoras de animales de Tarragona están desbordadas. Los espacios están a su límite de ocupación y tienen que rechazar la entrada a nuevos animales. Si bien el número de abandonos solía descender pasado el verano, este año la actividad no ha cesado y se ha creado un cuello de botella inasumible por las entidades.
A la Asociación Protectora de Animales y Plantas de Tarragona cuidan ahora mismo unos 180 perros y 300 gatos. «No tenemos espacio, no podemos asumir más animales. Hemos rechazado entrar nuevos porque estamos saturados», expresa su tesorera, Núria Güell. Habitualmente, el espacio acoge unos 125 perros. Lo mismo pasa a la protectora El Mas dels Peluts de Reus. «Nosotras somos una entidad más pequeña y tenemos cerca de 50 perros. No acojo más porque estamos desbordados y lo que no haré es tener en malas condiciones los animales», expone Pilar López,su presidenta. A la protectora de animales de granja Les Set Cabretes, de Botarell, la situación también es inédita, ya que tienen unos 80 animales. «Nos llaman 30 veces a la semana para dejar conejos, nunca nos había pasado», dice Sandra Arruego, una de las voluntarias.
El aumento de abandonos de animales se debe a dos factores clave. Por una parte, al miedo y la desinformación en relación con la nueva Ley del Bienestar Animal. «Mucha gente no está dispuesta a pagar un seguro o creen que los multarán», dice Güell. Sin embargo, aunque la ley entró en vigor el pasado septiembre, muchos de los nuevos requerimientos, como tener una póliza obligatoria para los animales, todavía no se han aplicado. Hay mucha confusión e intentamos aclarar las dudas sobre las cuales tienen que hacer. La gente se asusta porque se piensa que no cumple la ley cuando, en la práctica, todo continúa igual», explica Güell. López está de acuerdo: «La gente no está bien informada sobre la nueva ley y estamos sufriendo los efectos». En la misma línea, Arruego considera que «los propietarios cuando ven problemas, se desentienden».
Por otra parte, el cambio de vivienda también agrava el problema, sobre todo en el caso de aquellos propietarios que pasan de chalets o masías a pisos pequeños. «Es casi un 60% de los casos», dice López. «Los animales pasan de un espacio de 600 m² a uno de 100 m², y tienen un proceso de adaptación. Además, los tienen que sacar más veces al día y los propietarios no tienen paciencia», concluye Güell
Descenso de las adopciones
Estos motivos también hacen descender el número de adopciones. «Normalmente, cada semana salían unos siete animales. Ahora, sólo dos o tres», dice Güell. «La gente no adopta tanto como antes», añade López. Además, los animales que salen con más frecuencia son cachorros o de tamaño pequeño, de menos de 15 kilos. «Nos traen muchísimos cachorros, nos encontramos con un montón de ventregadas», comenta López. Eso genera un problema. «La mayoría de los que tenemos son perros grandes: pastores alemanes, american staffords, pitbulls, huskies, y cuesta mucho que encuentren adopción», explica Güell. «La gente se piensa que, como sueño pequeños, los podrán criar a su gusto. Sin embargo, en realidad, los que mejor se adaptan son los perros abandonados porque se dan cuenta donde están», explica López.
Ante esta situación, la tesorera de la protectora de animales de Tarragona tiene claro que «o se amplía el espacio o no podremos cuidar más animales». «Acabamos acogiendo más del que podemos, pero la situación es insostenible económicamente», concluye Arruego.
Falsos mitos de la nueva ley del bienestar animal
La nueva ley del bienestar animal entró en vigor el pasado 29 de septiembre en medio de mitos y falsas creencias sobre su aplicación. Aunque la norma se aprobó, varias obligaciones que prevé el documento legal todavía no se pueden aplicar porque hay un gobierno en funciones desde julio, el cual no tiene las competencias necesarias para hacerlo. El seguro de responsabilidad civil para perros y la acreditación de haber hecho un curso de formación son dos de los grandes puntos de la nueva ley que, todavía, no son obligatorios. El reglamento que los regula todavía no está aprobado y todavía está en proceso de desarrollo reglamentario. La norma tampoco prohíbe los collares a los perros. La restricción se aplica en aquellas herramientas de manejo que pueden ser lesivas para el animal, como los collares eléctricos. Más allá de los perros, en el caso de los gatos no será obligatorio ningún tipo de seguro. En cambio, sí que se tendrán que esterilizar antes de los seis meses de edad. Con respecto a otros tipos de animales domésticos, como conejos o hámsteres, la ley tampoco impide tener en casa. El Gobierno publicará un listado que incluirá aquellas especies de animales que pueden ser de compañía, en la cual entrarán esta familia de roedores.