Cuando cada pequeño detalle marca la diferencia

El tiempo es oro. Y los que mejor lo saben son los trabajadores de la Unidad de Ictus del Hospital Joan XXIII de Tarragona. «Para tratar los infartos cerebrales es esencial llegar a tiempo», explica Anna Pellisé, neuróloga jefe de la unidad. En el año 2022, la unidad del hospital tarraconense trató a 620 pacientes del Código Ictus, el protocolo de actuación urgente que determina el tipo de ictus y su tratamiento. Este año, ya han atendido 650. «Trabajamos de una forma tan rápida que no tenemos tiempo a pensar en las consecuencias si las intervenciones hubieran ido mal» expresa Pellisé.

En la unidad trabajan neurólogos, enfermeros, fisioterapeutas y rehabilitadores. Por eso, este mes el Colegio de Médicos de Tarragona les ha otorgado la distinción al equipo asistencial multidisciplinar del año en los Premios Antonius Musa. Pellisé se muestra satisfecha por la distinción y recalca que es un trabajo de grupo. «Estamos contentos porque a todo el mundo le gusta que le valoren su trabajo. Es un trabajo conjunto donde todas las partes son muy importantes», dice la neuróloga.

Guardias de 24 horas

La unidad está abierta las 24 horas los 365 días del año. Las guardias presenciales a todas horas se empezaron a implementar en el 2017. «Fue un gran cambio, que potencia todo el trabajo que hacemos», admite Pellisé. Los pacientes suelen estar una media de dos o tres días en la unidad. «Esta es la media, pero todo depende de si están fluctuando o del estado de la hemorragia», explica Pellisé. Además, también tratan pacientes a distancia de otros centros, como el Hospital del Vendrell.

A la hora de atender a los pacientes, se tienen que cuidar todos los detalles, más que en otros tipos de enfermedades o estados médicos. «Son muy importantes las texturas de la comida que les damos o la postura física en la que descansan», dice la neuróloga.

En los últimos años, los especialistas perciben una mejora en la percepción social del ictus. «Ahora ya no sólo hablamos de cánceres o de infartos de corazón, sino que muchas familias saben que hay dos tipos de ictus y que tienen que correr ante una emergencia así», expresa Pellisé.

De cara al futuro, los profesionales médicos muestran la voluntad de seguir creciendo y ampliando la unidad. «Cada vez tratamos a más gente y de mejor forma porque tenemos más información. Este es el camino a seguir», concluye Pellisé.