Educación
Padres e hijos juegan para reivindicar el entorno educativo de Tarragona
La rambla de Ponente se transformó en un patio enorme para celebrar el segundo encuentro de asociaciones de familias de alumnos de la ciudad
La rambla de Ponentese transformó en un enorme patio ayer por la mañana para celebrar el segundo encuentro de asociaciones de familias de alumnos de Tarragona. Las diferentes agrupaciones de los centros de toda la ciudad llenaron de paradas la calle para disfrutar de una mañana de otoño dedicado a los más pequeños de casa.
Más de una decena de actividades, entre juegos de habilidades, cuenta cuentos o gincanas. Pero las más repetidas, y las más populares, eran los trabajos manuales. Por la rambla todo eran carrerillas de niños arriba y abajo gritando. Pero cuando llegaba la hora de dibujar o pintar, se hacía el silencio y los pequeños mostraban su mejor rostro de concentración. Recortando nubes, pintando hueveras o platos de papel, haciendo dibujos o creando pulseras. Fuera cuál fuera la tarea, la misma imagen se repetía de parada en parada: los niños absortos en sus creaciones y, detrás, sus padres ayudándolos a hacerlas realidad.
Pero también había sitio para la competición. «¡Ahora a la derecha!», decía un niño a su madre y sus hermanos, muy subidos en unos esquís de fondo gigantes que, en vez de andar sobre la nieve, lo hacían sobre el asfalto. «¡He ganado!», exclamaba un niño al otro lado de la calle al llegar a la meta de una carrera de sacos.
El encuentro se aprovechó también para leer un manifiesto para poner en valor el papel de las AFAs de toda la ciudad. «Queremos crear una conciencia escolar colectiva porque tenemos nuestros derechos, pero también nuestros deberes. Por eso, todos los agentes involucrados en el entorno educativo se tienen que implicar», exponía el documento.
El consejero de Educación, Berni Álvarez, recogió las demandas de los padres y madres y mostró la voluntad de aumentar la inversión a las escuelas de cara al próximo año. «Como más exigentes sois, mejores nos hacéis», dijo el edil a los voluntarios y las familias reunidas.
Aparte, representantes de las diferentes asociaciones de Tarragona desplegaron unos cubos con frases que definían cómo querrían que fuera la comunidad educativa en la ciudad. «Juntos es mejor», proclamaba una.
Reflejo social
El acontecimiento fue un reflejo del entorno social que rodea las escuelas de la ciudad, con una mayor presencia e implicación de madres que no de padres. También, el encuentro reflejó cómo los colegios de Tarragona son multiculturales y acogen familias provenientes de diferentes países. Un ejemplo era una de las actividades que consistía en hacer un barco de papel dónde escribir el nombre en catalán, pero también en árabe o en otras leguas. Padres y madres con culturas diferentes pero reunidos por un mismo objetivo: mejorar el entorno educativo de sus hijos.