Invitación a conocer los 800 años del pesebrismo

Hace 800 años se creó el primer pesebre en Greccio, Italia. Desde entonces, el pesebrismo se ha desarrollado en diferentes formas y ha adquirido una relevancia primordial en las fiestas de Navidad hasta nuestros días. Ahora, el Arzobispado de Tarragona conmemora la efeméride a través de la cultura. Hasta el 21 de diciembre, el Centro Tarraconense El Seminario acogerá la exposición Natus est in Bethlehem. Un recorrido a través del arte, que expone los orígenes y la evolución de la representación.

«Es una exposición que se suma a las celebraciones que se están haciendo a nivel mundial», explica Andreu Muñoz, delegado de cultura del Arzobispado de Tarragona y director del Museo Diocesà. La muestra gira entorno a dos ejes principales: la maternidad y la natividad. Por una parte, se presenta la idea de la maternidad en el arte a lo largo del tiempo, desde la Venus de Willendorf hasta el siglo XXI, con una madre abstracta. «Según la religión cristiana, la encarnación es posible porque está la maternidad. Mostramos cómo cambia, y también se mantiene, este ideario en los diferentes siglos», expone Muñoz.

El recorrido no sólo cuenta con representaciones de la cultura occidental, sino también africana. Uno de los elementos más destacados de la exposición es una maternidad de altar que proviene de Benín. «Se utiliza en los rituales de la cultura Yoruba-Anago y honra la figura de la mujer», explica Jesús Arjona, coleccionista de arte africano que ha cedido la pieza para la exposición tarraconense.

Por otra parte, la presentación exhibe un segundo recorrido cronológico y artístico sobre la natividad, la fiesta con la que se conmemora el nacimiento de Jesús. La exposición cuenta con una narración de todo el ciclo de Navidad a través de las Biblias de Ripoll, del siglo XI. Además, también se enseñan villancicos de diferentes autores del siglo XX, así como libros ilustrados que pertenecen a la biblioteca del Arzobispado.

Pesebre de la Casa Canals

Al final del recorrido, los visitantes se encontrarán con el elemento más esperado y representativo de las festividades que están a punto de arrancar: el pesebre. La representación expuesta está formada por las figuras encontradas en la Casa Canals, posteriormente cedidas al Arzobispado. «Son unas piezas únicas, de 1800, que normalmente no se muestran ni se pueden ver», explica Quim Nolla, el pesebrista encargado de la obra.

Las figuras se sitúan en un escenario con una representación de la capilla de Sant Pau de Tarragona. «Un edificio precioso, pero que quizás no es muy conocido», explica Nolla. El autor ha diseñado toda la pieza en sólo 18 días y ha creado un entorno de fácil comprensión que hace brillar las peculiares figuras. «Lo más difícil para un pesebrista es pensar en la estructura y en cómo distribuir las piezas. Al final, el pesebre es un telón para dar vistosidad a los elementos», concluye Nolla.