Comercio
El Ayuntamiento de Tarragona ultima la ordenanza que regulará la hostelería en la ciudad
La nueva norma, que se terminará este invierno, buscará «cubrir todas las necesidades» del sector
Tarragona arrastra varios años sin una ordenanza que regule el sector hostalero de la ciudad. La distribución de las terrazas y los horarios de apertura de los establecimientos han sido elementos de debate que no han encontrado consenso y que, en los últimos años, se han regulado a través de decretos excepcionales. Sin embargo, el nuevo gobierno municipal ultima una nueva ordenanza que asiente las reglas de juego del sector por toda la ciudad.
«Los decretos provocan inseguridades. Tanto Tarragona como el sector se merecen una ordenanza firme que regule la actividad», explica Monste Adan, consejera de Comercio, Turismo y Promoción Económica. El documento está muy avanzado y el consistorio prevé presentarlo en el primer trimestre del próximo año. «El objetivo es que esté terminado antes de que empiece la temporada de verano. Lo habremos redactado en un tiempo récord», expresa Adan.
La comisión de trabajo del Ayuntamiento trabaja con la Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona y busca con la nueva norma «cubrir todas las necesidades del sector», más allá de regular el uso de las terrazas. «La norma tratará la igualdad de horarios y los tipos de cierres», indica Adan.
Decreto VS Ordenanza
En este sentido, el sector vive en una especie de impás legislativo desde la pandemia de Covid. «Ahora mismo existe un criterio arbitrario, donde hay desigualdad entre las zonas de la ciudad», expone Maribel Rubio, presidenta de la Asociación Cultural de Restauradores de Tarragona y propietaria del establecimiento Reding 22. La asociación se fundó a principios de este mes y colecta más de una sesentena de establecimientos.
«La voluntad de crearla ya venía de mucho antes, pero la subida de impuestos han hecho detonar y avanzar la fundación», explica Rubio. Desde la organización, apuestan por agilizar los procesos «urgentes» mediante un decreto. «Hay cuestiones fundamentales, como ampliar los horarios de apertura de los fines de semana, que se pueden solucionar fácilmente con un decreto», expone la presidenta.
Asimismo, Rubio apuesta por «reformular desde cero» la regulación del sector y crear «una línea conjunta para toda la ciudad». Un ejemplo, según la presidenta, es la compensación que tendrían que recibir los locales situados en las plazas donde se hacen mercados ambulantes habitualmente. «No pedimos una ayuda económica, pero se pueden explorar otras opciones para compensar toda la mañana que pierden los propietarios de los establecimientos», dice Rubio. Por su parte, la consejera de Comercio considera que los propietarios ya saben en qué zona tienen el local. «Las plazas tienen siempre mucha actividad, que es un valor añadido», dice Adan.