Libros
¿Y si la cama fuera una ventana en el mundo?
Rat Cebrián y Yvonne Fuster han iniciado una campaña de micromecenazgo para publicar el cuento 'Una mica molt malalt', y destinarán los beneficios a la Fundación Pallapupas
Quien haya estado una larga temporada hospitalizado o, simplemente, inmovilizado en una cama, sabe que este tiempo de reposo forzado se puede hacer muy cuesta arriba. El sentimiento de falta de libertad y de pérdida de oportunidades, a veces acompañado de dolor, puede hacer difícil la estancia. Este es el punto de partida del álbum ilustrado Una mica molt malalt, escrito por Rat Cebrián e ilustrado por Yvonne Fuster. Del personaje protagonista no se sabe si es un niño o una niña –y, de hecho, tanto es. Sólo vemos los pies y, a veces, las manos. Este personaje arranca el cuento lamentándose por todo lo que le está pasando. Es unNo me gusta esta medicina que me cura, pero me hace daño; No me gusta perderme las risas de los compañeros de escuela ; No me gusta …; No me gusta …; No me gusta … Hasta que, a la mitad de la historia, aparece uno Sin embargo … Y aquí esdonde el personaje hace un cambio y empieza a ver todo aquello de bueno que puede tener la situación en que se encuentra: Desde aquí puedo ver cómo se pone el sol cada noche …; Y puedo …; Y puedo... ; Y puedo....
«No decimos que todo se acabará bien, sino que por muy duras que sean las circunstancias, siempre podemos buscar aquello de positivo que puedan tener», explica Rat.
Este cuento nace después de la publicación, en el 2017, de Si vols t'ho explico , otro álbum firmado por las mismas autoras que relataba la experiencia de alguien que estaba pasando por un episodio de salud complicado. En aquel momento la protagonista del álbum, igual que la real en qué estaba inspirada la obra, había perdido el cabello, y las personas con experiencias en tratamiento oncológico se vieron reflejadas.
Ahora, Rat eYvonne han querido poner la mirada en las personas que tienen que hacer estancias largas a los hospitales. Se trata, de nuevo, de una obra delicadamente ilustrada por la mano de Yvonne, que va dibujando todos los universos que el protagonista ve en los pies de la cama, a la vez que introduce nuevos personajes –a los cuales sólo vemos, también, a través de los pies.
La ilustradora admite que este trabajo, como el anterior, laha removido: «Lo que te viene a decir esta historia es que, a veces, cuando entras enla profundidad del desastre, es cuando emergen más cosas. Es como si fuéramos un poco a base de golpes».
Los beneficios de la venta del libro serán para la Fundación Pallapupas. Para sacarlo adelante, las autoras han puesto en marcha una campaña de micromecenazgo (http://www.totsuma.cat/projecte/2045/una-mica-molt-malalt ).