Los grados científicos de la URV suman cada vez más mujeres, excepto algunas ingenierías

El número de matriculaciones generales de mujeres en estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) ha aumentado en los últimos cuatro años. Según los datos aportados por la Universidad Rovira i Virgili, en el curso 2019-2020 se produjeron un total de 9,7% matriculaciones, mientras que este año han aumentado hasta el 10,9%.

Sin embargo, se ha producido una disminución con respecto a los másters (de un 14,6% a un 13,3%), y las cifras de doctorados se han mantenido (de 11,5% a 11,4%). Además, si comparamos el 10,9% con el número general de matriculaciones de mujeres en estudios oficiales, 59,9%, el dato se queda corto. La excepción son los grados, donde sí que se ha visto un aumento, pasando del 8,9% al 10,5%. Con todo, a la hora de diferenciar por carreras, en algunas todavía se nota la falta de mujeres matriculadas.

Así lo explican las profesoras que imparten estos grados, como Marta Sales, docente de Ingeniería Química, donde este año se han matriculado 11 alumnos más que en el 2019. Sales remarca la falta de mujeres catedráticas: «Se produce un caso de leaky pipeline: se van perdiendo mujeres por el camino a medida que intentan ascender en el mundo académico». Cristina Urbina, profesora de Ingeniería Mecánica, se encuentra ante una situación parecida: este año se han matriculado 14 estudiantes más que hace cuatro años. «Estamos muy lejos de la que sería la media de matriculaciones en ingenierías ideal, que suele estar en torno al 28%, y nosotros estamos al 14%», afirma.

Las tres profesoras coinciden en que las causas de este déficit son principalmente culturales, y que producen que la mujer no se vea capaz de hacer una carrera que no se considera socialmente apto para ella. «Las ingenierías siempre han estado relacionadas con hombres, y los grados más de cuidados, con las mujeres», afirma Aïda Valls, profesora del grado de Ingeniería Informática, que ha ganado 27 alumnas desde 2019. Otro problema es la falta de referentes. Cilia Willem, profesora y miembro de la Unidad de Igualdad de la URV, explica que «la mayoría de las figuras que están 'arriba de todo' son hombres. ¿Cómo podemos decir a las niñas que son iguales que los niños, si la realidad les da una imagen contraria?».

Todo empieza en primaria

La universidad lleva a cabo diferentes proyectos para animar a las jóvenes a matricularse en carreras STEM, como el Girl's Day, en el que estudiantes de secundaria y Bachillerato visitan las instalaciones del Campus Sescelades y realizan talleres. Con todo, las cuatro docentes coinciden en el hecho que este tipo de motivaciones tienen que empezar desde primaria. «El daño ya está hecho cuando llegan a Bachillerato», remarca Willem, y afirma que «nos falta el empuje inicial de las escuelas».

Cristina Urbina: «En general, todas las ingenierías están muy masculinizadas»

¿En qué consiste el proyecto 'Inspira STEAM'?

«Miembros del ámbito científico visitamos durante 6 semanas una clase de 6.º de primaria, para explicar en qué consisten las carreras STEM, y romper estereotipos de todo tipo. También mostramos casos de mujeres STEM que todavía están vivas y sus trabajos».

¿Cuáles dirías que son algunas de las causas de la falta de mujeres en la carrera de Ingeniería Mecánica?

«En general todas las ingenierías están muy masculinizadas, empezando por la descripción de los grados. También tiene mucho que ver su nombre. Existe un grado Ingeniería de Diseño Industrial en la Universidad Politécnica de Cataluña: su plan de estudios es prácticamente igual al de Ingeniería Mecánica de la URV, pero en la carrera de diseño hay un 89% de chicas».

Desde el punto de vista laboral, ¿cómo has visto evolucionar tu entorno?

«El Observatorio de la ingeniería realiza un informe cada dos años evaluando el entorno laboral del sector. Uno de los gráficos muestra la distribución de ingenieros por edades; en el apartado de mujeres de 25 a 35 años, ha habido un retroceso del 15%. La falta de mujeres en estudios de ingeniería se produce, en parte, porque hay muy poca información sobre las salidas profesionales que dan estas carreras».