Consejera de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Tarragona
Isabel Mascaró: «Prevemos acabar el año con una deuda viva del 78,3%»
La consejera de Hacienda del Ayuntamiento está satisfecha con el presupuesto que se ha aprobado para el 2024, el cual «marca una nueva manera de hacer» basada en la «gestión eficiente» de los recursos
— ¿Cómo se siente después de haber aprobado el primer presupuesto del mandato?
— Estamos muy contentos, tanto el alcalde como el equipo de gobierno. Es un presupuesto que permitirá transformar la ciudad, así como seguir garantizando servicios públicos de calidad. Había un problema de ciudad y se ha alcanzado un presupuesto de consenso.
— Les negociaciones con ERC para las ordenanzas fiscales no fructificaron. Parece que ha sido más fácil con los presupuestos.
— El resultado ha sido muy exitoso, pero se han producido muchas reuniones y conversaciones. Ha habido un esfuerzo y un trabajo duro por parte de todas las partes implicadas. Fácil no ha sido.
— A pesar de tener el «sí» de los republicanos, seguisteis negociando con ECP y Junts.
— Tanto en las ordenanzas, como en el presupuesto, fuimos sin apriorismos ni ideas preconcebidas. Para las cuentas, nos reunimos con todos los grupos, porque cada consejero representa a una parte de la sociedad que lo ha votado y nosotros gobernamos para todos. Así que la voluntad era llegar al más amplio consenso.
— Lideró las negociaciones con el exconsejero y asesor Pau Pérez. ¿Cuál fue el momento más complicado?
— La negociación para las ordenanzas fue dura, siempre dentro de la absoluta corrección de todos los grupos. Era el momento en que quedaba más camino por hacer. El presupuesto es difícil, sin embargo, una vez tienes la modificación de las ordenanzas, empiezas a entrever la luz al final del camino.
— Ya se ha llegado al final. ¿El Ayuntamiento sigue estando en situación crítica?
— No tenemos que olvidar que la situación económica externa continúa igual. Hay subidas del tipo de interés, la inflación... El punto más sensible del Ayuntamiento sigue siendo el gasto corriente. Hay muchas voces que exigen una reforma de la financiación municipal.
— Todavía faltan 1,2 millones de euros para llegar a tapar los 14 que faltaban. ¿Eso qué afectación puede tener?
— Es asumible, no es lo mismo que te falten 1,2 que 14. Además, se ha hecho un ejercicio de contención muy importante. En paralelo, se ha estado trabajando para garantizar ingresos. También se han hecho inversiones que ayudarán a hacer decrecer el gasto corriente. Por ejemplo, todo el tema de la instalación de LED o placas solares. También estamos pendientes de la Participación de Ingresos del Estado.
— Todavía nadie sabe cuál será la aportación exacta. Se ha hecho una previsión muy a la baja (2,3 millones), pero puede ser bastante superior.
— Un presupuesto se tiene que hacer sobre certezas, no sobre expectativas. Si la participación es más generosa de lo que está previsto, lógicamente irá a partidas de gasto corriente, priorizando, como siempre, la prestación de servicios públicos.
— ¿Cuál es el camino a seguir para mejorar la salud económica del Ayuntamiento?
— En los últimos 4 años, los gastos habían crecido en torno al 16% y los ingresos, un 7%. Se ha hecho un esfuerzo de contención y de incremento de ingresos por revertir la situación. Tenemos que seguir focalizándonos en esta gestión eficiente. Estos presupuestos marcan una nueva manera de hacer. Seguiremos haciendo todo lo que sea eficientar y analizar de continuo, como hemos hecho con el ejercicio de peinar 400 partidas para encontrar activo disponible que podamos destinar a nuevas inversiones. Será un ejercicio periódico.
— Algunos grupos criticaban que se pidiera 14 millones de euros de préstamo para inversiones, teniendo en cuenta la deuda del consistorio.
— Estamos garantizando la máxima cantidad de inversiones mientras bajamos la deuda viva. Con datos del 2022, la previsión era llegar al 79,87% este diciembre. Se espera acabar el año bajándolo al 78,30% y, previsiblemente, nos quedaremos por debajo. Este porcentaje ya contempla este préstamo. Cuando se liquide el ejercicio y tengamos el remanente, seguiremos reduciéndolo. La voluntad es situarnos cuanto antes mejor en el límite legal del 75%, que nos dejaría fuera de este control de la Generalitat.