Sucesos
Dos intentos de robo y uno de ocupación en sólo 48 horas en la Part Alta de Tarragona
La colaboración vecinal fue clave para frustrar los actos delictivos
Semana de angustia para los vecinos de la Part Alta de Tarragona. En sólo 48 horas, diferentes inmuebles de la zona sufrieron intentos de robo y de ocupación, hechos que no se advertían en los últimos meses que disparan las alarmas por todo el barrio.
La madrugada de lunes a martes, uno de los edificios de la calle dels Cavallers sufrió un intento de robo. «Unos individuos se estaban colgando por los balcones, pero los vecinos se dieron cuenta y los pudieron echar», explica Jordi Alasà, vecino de la calle dels Ferrers y testigo de uno de los sucesos.
La misma noche, en uno de los edificios entre la Baixada del Roser y el Portal del Roser, unas personas intentaron entrar para ocuparlo. Los ocupas consiguieron acceder al inmueble, pero los vecinos llamaron a los Mossos y consiguieron que salieran. «Tenemos un grupo de chat de vecinos y nos vamos avisando cuando pasan cosas así», explica Alasà.
Sin embargo, al día siguiente, la madrugada del martes al miércoles, un inmueble de la calle dels Ferrers fue objeto de otro intento de robo. En este caso, los ladrones no escalaron por los balcones sino que forzaron la puerta de entrada. «Hacia las 4.30 h., de los golpes en la puerta, algunos vecinos salieron para ver qué pasaba. Los ladrones entraron pero se encontraron con los propietarios y salieron corriendo», afirma Alasà. Ayer al mediodía, los vecinos volvieron a contactar con los Mossos para tratar la situación de los últimos días. «En los últimos meses no nos hemos encontrado estos problemas. Sin embargo, detectamos que, cuando llega el invierno, los robos y las ocupaciones en las casas aumentan», expone Alasà.
Repunte de intentos
Los vecinos creen que algunas causas que originan este repunte de ocupaciones son las bajas temperaturas y que las calles del barrio están más desiertas en esta época del año. «Además, pensarán que mucha gente se ha marchado de vacaciones y aprovechan para intentar entrar», dice Alasà. Los últimos sucesos generan inquietud entre los ciudadanos de la Part Alta.
«Estamos inquietos por las noches. Muchos tenemos alarmas en casa, y en varios edificios, los mismos propietarios hemos instalado cámaras», sentencia Alasà.
En este sentido, el Ayuntamiento de Tarragona licitó en enero la instalación de 28 cámaras de videovigilancia en la Part Alta, con un valor de unos 150.000 euros. El proyecto contempla instalar una en la calle dels Ferrers con la Baixada del Roser y dos en la calle Cavallers. «Esperamos que se coloquen pronto», concluye Alasà.