Patrimonio
Palomas y vencejos amenazan la restauración del Pretorio de Tarragona
Las dos fachadas del monumento romano estarán renovadas el próximo mes de marzo
El Pretorio romano de Tarragona exhibirá fachadas restauradas el próximo mes de marzo. En el monumento no se hacían trabajos de consolidación desde los años 60 y estos han tenido un principal adversario: las aves. «Tenemos unas fachadas biodiversas donde conviven las palomas y los vencejos», explica Raquel Casals, arquitecta municipal responsable de la obra.
Por una parte, los ácidos de los excrementos de las palomas han roto muchas piedras y han dejado varias marcas de sus grifas. «Son unos animales muy tozudos y siempre vuelven a los lugares donde nacieron. Hemos estado conviviendo con ellos todos estos meses», afirma Casals. Los nidos de palomas se han tapado para evitar que vuelvan y crien en el Pretorio.
De la otra, se han detectado una cincuentena de nidos de vencejo en el monumento. Estas aves son una especie protegida y sus nidos no se pueden hacer desaparecer. «Los vencejos necesitan una cavidad muy pequeña para hacer nido. Los agujeros se han hecho más pequeños para permitir que ellos accedan, pero no las palomas», expone Casals.
Sin embargo, el agua también ha sido uno de los elementos que más ha degradado las fachadas en estos años. «El filtraje de agua a través de las rendijas entre las juntas provocaba roturas con los cambios de temperatura», dice la arquitecta. Por todo, se han sustituido una veintena de piedras, sobre todo de los puntos más bajos y próximos a la vía pública. «Hemos ido decidiendo pieza por pieza cuál era el tratamiento adecuado, con un criterio de intervención mínima», concluye Casals.
Más allá de los trabajos estructurales, las obras son una oportunidad para hacer investigación arqueológica. «Tener el andamio nos ha permitido identificar muchas más marcas en las piedras de las que nos esperábamos», expresa Pilar Bravo, arqueóloga municipal.
Investigación arqueológica
Mientras se restauran las fachadas, los técnicos están haciendo un inventario de las diferentes señales e impactos de proyectil que encuentran en la estructura. «Estamos extrayendo la máxima información posible para después investigar sobre las fases evolutivas del monumento», sentencia Bravo.
El conjunto del proyecto cuenta con un presupuesto de unos 800.000 euros y el consistorio ha recibido una subvención de la Generalitat de Catalunya de 200.000 euros para la ejecución de las obras. En el mes de enero empezarán los trabajos en la tercera fachada, la de la plaza del Rey, donde se trasladarán los andamios. «En los próximos meses viviremos un cambio sustancial en la plaza, también con la reapertura del Museo Nacional Arqueológico», apunta el consejero de Patrimonio, Nacho García.