Els Pastorets de Tarragona, un toque de frescura a la obra tradicional

Els Pastorets de Tarragona, de la compañía La Golfa, vuelven al Teatro Metropol los días 3 y 4 de enero, a las 18.30 horas. La obra representa la versión modernizada y ‘tarragonizada’ dels Pastorets que se escribió en el 2001, a partir de la obra original de Josep Maria Folch i Torres. El objetivo de la compañía es mantener viva la tradicional historia, centrada en el advenimiento del nacimiento de Jesús, y protagonizada por toda tipología de personajes, como los pastores Lluquet y Rovelló.

Como cada año, el guion se ha actualizado para hacer broma y sátira de los temas más virales del 2023, desde las elecciones municipales hasta el conflicto en Israel. Es más, la miembro de la compañía y actriz en la obra, Crisitna Artacho, explica que se plantean hacer una readaptación y cambiar el guión completamente de cara al 2025. «Esto viene del hecho de que el texto que estamos utilizando, por mucho que lo vamos retocando, es del 2001. Hay aspectos que sentimos que empiezan a estar desfasados y hay que reescribir», explica Artacho. Sin embargo, remarca que todavía no saben cómo evolucionará la idea.

Aparte de esta actualización, la actriz añade que también tienen la voluntad de invertir en la renovación de la escenografía, que representa diferentes espacios de Tarragona. Con todo, declara que, al ser una entidad que depende de subvenciones y de la venta de entradas, «tenemos que ir escogiendo lo más útil y urgente en qué invertir». Hasta ahora, han podido aprovechar la escenografía minimalista, y apuestan para que los mismos actores y el texto sitúen a los espectadores en Tarragona.

A su vez, los personajes se mantienen fieles a la obra original de 1919. Sin embargo, Artacho explica que «jugamos mucho con el carácter que les damos». Pone de ejemplo Satanás, que antes era interpretado por Josep Maria Tuset, hombre de unos 60 años, y desde hace dos años lo interpreta Òscar Balanyà, joven de 20: «El cambio de edad afecta al personaje. Ahora Satanás tiene una personalidad más ‘quinqui’», describe Artacho. «El personaje no cambia, sino el carácter, que va ligado a la propuesta que haga cada actor que lo representa», explica a la actriz.

El proceso creativo

Aparte de interceder en qué aire quieren dar a sus personajes, el conjunto de actores también participa en el proceso de creación de los chistes, que Artacho describe como «muy orgánico»: «No nos sentamos y hacemos propuestas, es más sobre la marcha». Con todo, los frgamentos musicalizados sí que requieren más trabajo previo, ya que el texto tiene que ir de acuerdo con las melodías.

Este año, además, la dirección ha pasado a manos de Toni Guillemat, lo que ha supuesto «un cambio de percepción artística», y que hará que «la obra cambie más que los otros años», observación Artacho.

La actriz declara que, al ser una compañía que cuenta con mucha variedad de edades, desde menores de 10 años hasta adultos de 60, pueden «intentar cubrir todas las necesidades del público»: «Al final lo que hace gracia depende de la edad. A los adultos les haces reír con la palabra y, a los niños, con los gestos. Si nosotros como compañía representamos a la sociedad porque tenemos muchos rangos de edad, podemos aprovechar y hacer que estas bromas surjan de nosotros mismos», expresa, y añade que se trata de crear un espectáculo que «no tenga fecha de caducidad».