Sociedad
La Operación Iglú de Tarragona atiende a una decena de personas sin techo en la primera noche de activación
Se ofrecen hasta trece camas durante tres noches consecutivas delante el escenario de bajada de temperaturas
El Ayuntamiento de Tarragona ha activado esta pasada noche la Operación Iglú ante la bajada de temperaturas. Los equipos de Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Urbana y Servicios Sociales han peinado la ciudad para buscar personas en situación de vulnerabilidad que duermen en la calle y los han ofrecido pasar tres noches consecutivas en un alojamiento donde estén a más protegidos del frío, así como bebidas calientes y mantas para los que han rechazado la propuesta. Desde el consistorio se han puesto a disposición hasta trece camas. En el operativo se han localizado diecinueve personas, de las cuales diez han aceptado ser atendidas. De estas, siete han sido realojadas. En el último recuento hecho en octubre se contabilizaron hasta 78 sintecho.
Este año, por primera vez, trabajadores de Servicios Sociales han acompañado a las patrullas de la Guardia Urbana y el personal voluntario de Protección Civil y la Cruz Roja en el recorrido. "Uno de los objetivos es verificar que los datos que obtuvimos en octubre no han subido", ha explicado Daniel Martínez, cabeza de Protección Civil de Tarragona.
Otra novedad de este 2024 es que el operativo ha empezado más bien. Si generalmente se iniciaba la ruta hacia las once de la noche, esta pasada noche ha estado a las nueve. "Lo que tenemos que intentar desde el ayuntamiento es paliar y dar calidad de vida a estas personas. A las once, a veces ya estaban durmiendo y ahora queremos ofrecer la alternativa habitacional antes", ha destacado al alcalde tarraconense, Rubén Viñuales. Con todo, la Operación Iglú inicialmente se diseñó para aplicarse cuando las temperaturas bajaran de cero grados, pero en los últimos años en episodios de unos cuantos días de frío intenso también se ha puesto en marcha. La noche de este lunes la temperatura rondaba los seis grados.
La actuación ha empezado con una primera reunión en las dependencias de la Guardia Urbana, donde se han hecho dos equipos. Siempre acompañados por una patrulla, Protección Civil se ha encargado de revisar de la Rambla Nova hacia mar, mientras que Cruz Roja ha repasado de la Rambla en arriba, especialmente la Parte Alta.
En uno de los puntos donde acostumbra a haber personas sin techo, junto a la catedral, encuentran a tres hombres y una mujer, que se hacen compañía a menudo. Todos ya son conocidos de los voluntarios, especialmente de los de Cruz Roja, que cada domingo por la tarde durante todo el año reparte bebidas, alimentos y objetos que puedan necesitar a los usuarios. Después de un rato de conversación, dos aceptan ir a una pensión. De hecho, uno de ellos necesita una silla de ruedas por moverse, ya que los últimos días ha sido ingresado en el hospital y tiene dificultades para caminar. Los otros dos prefieren seguir a la calle para cuidarse de las pertenencias y, especialmente, de los animales de compañía que tienen: un perro y un gato. El hecho de que los animales no puedan acceder a los alojamientos es uno de los factores que hace que algunas personas prefieran quedarse a la calle.
Todos han agradecido la tarea del voluntariado y poder beber caldo caliente. Sin embargo, han lamentado delante de los policías la inseguridad que sufren y han explicado que recientemente han sufrido robos. "El otro día me robaron seis mantas", ha afirmado uno de ellos, culpabilizando a un grupo de menores.