La musicoterapia como herramienta de inclusión de colectivos vulnerables

Mientras Franz Schubert Filharmonia ensaya en el Teatro Tarragona, en un rincón del mismo edificio se ha formado una orquesta alternativa, que, al sonido de las maracas y violines, crea sus propias melodías sin seguir ninguna pauta.

Los miembros de esta agrupación no tienen ningún propósito más allá de pasar un buen rato: son usuarios de diferentes entidades de Tarragona — el Proyecto Hombre Tarragona, la Fundación Estela, el Club Social La Muralla y la Residencia Marinada de la Fundación Villablanca —, que, de la mano de Apropa Cultura, estaban realizando ayer el taller de musicoterapia Un Matí d'Orquestra.

Anna Catà, mediadora de Apropa Cultura, explica que aprovechan los ensayos de la Filarmonía para que los participantes de la actividad, después de realizar la sesión de musicoterapia en una sala aparte, puedan disfrutar del ensayo «Depende de qué grupos no pueden aguantar todo un concierto, pero un ensayo de 20 minutos, sí», explica.

Con relación a eso, destaca la importancia de educar los programadores culturales que ayudan a gestionar la propuesta: «Les formamos sobre cómo tratar los colectivos y las cosas que pueden suceder y que forman parte de su normalidad», explica, y pone de ejemplo el hecho de que los usuarios se levanten y bailen en medio del ensayo.

Además de vivir, los miembros de la iniciativa también tienen la oportunidad de poder hablar con dos de los miembros de la Filharmonia, que les explican su trayectoria como músicos y tocan algunas canciones, a veces guiándose por las peticiones de sus espectadores.

El director de Franz Schubert Filharmonia, Guillem Mora, explica que habla con los miembros de la agrupación unos días antes para decidir quién visitará a los usuarios de Un Matí d'Orquestra, y que intenta que «cada semana sea un instrumento diferente».

«Muchas veces me sorprende tanto que los músicos se comuniquen con ellos», expresa Mora, y añade que «esta experiencia es muy enriquecedora para nosotros», argumentando que les permite moverse de un ambiente más serio, como es el ensayo, a otro más distendido.

Música que evoca recuerdos

Los usuarios también tienen la oportunidad de formar a su propia agrupación musical, dirigida por el musicoterapeuta Alex Carasol. «El hecho de pasar de ser público a ser los protagonistas, los empodera», expresa. Los instrumentos utilizados para llevar a cabo la propuesta son variados, desde miembros de la familia de percusión menor, como maracas y panderetas, hasta percusión melódica, como el xilófono, además de guitarras y violines.

Así, los aprendices de músico improvisan melodías en una sesión que les aporta risas, autoestima y una herramienta para comunicarse de forma no verbal. Carasol añade que la música también sirve para evocar recuerdos a aquellos que algún día también empuñaron un instrumento: «Recuerdo a una mujer con demencia que había sido violinista, pero hacía 20 años que no cogía un violín. Entrar en contacto de nuevo con el instrumento, le hizo conectar con los recuerdos que tenía».

Potenciar la inclusión cultural

Un Matí d'Orquestra llegó a Tarragona en el año 2022, y, justo el pasado diciembre, la Camerata XXI de Reus también se adhirió. El proyecto tiene como objetivo acercar la música a los colectivos más vulnerables, pero, sobre todo, ayudarles en su inclusión en el ámbito cultural.

En este sentido, Catà apunta que ha notado un cambio de paradigma durante los años: «Los diferentes entes culturales cada vez se dan más cuenta de la importancia de la cultura y de acercarlo a todo el mundo», expresa, y añade que, en el caso de las entidades sociales, «les tenemos que hacer ver que la cultura puede formar parte de sus actividades, y que salir al exterior facilita su inclusión en la sociedad».