Una vuelta al mundo por Carnaval
Disc 45 y Som Urban se llevaron el primero y segundo lugar de la Disfressa d'Or 2024
Las calles en torno a la Tarraco Arena se llenaron ayer de carcajadas y música, un ambiente de acuerdo con el cual se proyectó en su interior: gente saludándose, intentando encontrar su localización o yendo a buscar un refrigerio. A pesar del jaleo, en el momento en que se apagaron las luces, el silencio se instaló dentro del edificio: empezaba Disfressa d'Or, donde parte de las comparsas participantes en el Carnaval, este año 14, representan una temática durante 3 minutos como máximo, mediante música, coreografías y una estructura como acompañamiento.
La encargada de conducir al público a través de esta experiencia fue la cantante y actriz Patricia Fernández, la primera da al presentar esta gala, que inició la velada con una actuación musical, y acompañada de las comparsas encargadas de los sèquits del Rey, Javier Palacios, de la Escuela de Danza y Comparsa Grupo Aeorodance, y de la Concubina, Ainara Zapata, de la comparsa Cromatic Fusion.
El pistoletazo de salida inicial lo dio la comparsa Sinhus Sport, ganadora del Disfraz de Oro de 2023 y, por lo tanto, no concursando este año, con una temática ambientada en el Far West y la aparición de una tribu india para atacar el saloon. De aquí, la comparsa Spectrum trasladó al público a una carpa de circo a través de algunos de los personajes y la música de The Greatest Showman. Otra comparsa que dio vida a una película fue Colours Fantasy, que se basó en la de Mario Bros, donde este, la princesa Peach y Bowser se llevaron todo el protagonismo.
Desde la dimensión tecnológica, la velada se trasladó a una dimensión paralela y espacial de la mano de Platinum, quien presentó un planeta con su nombre al sonido de canciones de Lady Gaga. Con todo, el planeta Tierra también fue mucho presente durante el concurso, gracias a la representación de algunas comparsas de diferentes espacios y especies que habitan el globo. Nuevo Ritmo trasladó a los espectadores en África, concretamente a la tribu de los Massais, mediante música y vestidos tradicionales, y miembros de la agrupación disfrazados de cocodrilos. Magic Dansa optó por representar un aquelarre que, mediante sus disfraces, se fusionaba con un espacio natural. En relación con esta temática, la comparsa la Albada representó uno de los hechos más imponentes de la naturaleza: el despertar de un volcán.
Otras agrupaciones se decantaron para dar vida a criaturas, más comunas como de otros con origen mitológico. Es el caso de Fotem-li Canya, que representó el renacimiento de un ave fénix. Paralelamente, els Amics de la Part Alta se decantaron por poner en escena un enjambre de abejas rindiendo homenaje a su reina, mientras que La Ballaruga cautivó al público con la representación de un pavo real y sus colores.
La media parte del concurso fue a cargo de la Unió ACUAE, que abrió el estómago de los espectadores con una temática basada en un bar de los 80, con la comida rápida y música rockera de fondo.
La traca final del espectáculo ofreció a los tarraconenses tres ambientaciones basadas en localizaciones y tiempos diferentes. Por una parte, la comparsa Disc 45 los trasladó al Día de muertos, con influencias de la película Coco. Por otra parte, Som Urban hizo viajar al público hasta la época medieval, donde unos arlequines toman el control de un reino imaginario. Finalmente, Carmelites representó a la diosa Deméter que, acompañada de representaciones de las cuatro estaciones, bailó rodeada de columnas de estilo grecorromano.
Con todo, una ceremonia que trasladó a los 3.000 espectadores que llenaron la Tarraco Arena, 200 más que el año pasado, a todo tipo de escenarios. El punto final de la velada, por descontado, fue el anuncio de los ganadores: el primer premio, con una dotación de 800 euros, se lo llevó Disc 45, y, el segundo, con un cheque de 500 euros, Som Urban. Así, finalizó una ceremonia que hace valer tanto el talento como el esfuerzo de las comparsas.