Carnaval
Desenfreno, plumas y sátira
El Rey y la Concubina fueron los encargados de estrenar la nueva plaza de la Disbauxa
La plaza de la Disbauxa se ha instaurado, por fin, en la ciudad. Prueba de esto fue la instalación, ayer, de un escenario que presidirá la zona hasta el final de la festividad. Un buen número de familias acudieron al estreno de esta ubicación, que tanto pequeños como grandes inauguraron bailando al sonido de todo tipo de música.
Con todo, entre el gentío bailando y riendo, había unos ‘infiltrados’: miembros de comparsas vestidos con las capas y llevando las insignias de sus agrupaciones. Y es que otro de los acontecimientos que acompañó al estreno de la plaza de la Disbauxa fue la entrada del Rey y la Concubina de Carnaval: Javier Palacios, de la Escuela de Danza y Comparsa Grupo Aerodance, y Ainara Zapata, de la comparsa Cromatic Fusion, respectivamente.
La pausa que hizo la música que provenía de los altavoces del escenario fue bastante señal para los ciudadanos para acercarse a la entrada del Mercat Central que daba a la plaza, lugar de salida del Rey y la Concubina, y hacerles un pasillo por donde pudieran lucir sus disfraces y bailes. Antes, sin embargo, a ritmo de Amparito Roca, el Nano Capità, l'Àliga, el Gegant, la Gegant, la Negrita y el Lleó aparecieron de dentro del reloj del Mercat para hacer su tradicional espectáculo, con el sonido de los aplausos de la gente.
Ahora sí, el Rey y la Concubina hicieron su entrada triunfal, acompañados de sus seguicis, y luciendo los colores rojo y negro, respectivamente. La combinación se dirigió al escenario, desde donde la consejera de Cultura y Fiestas, Sandra Ramos, reconoció al Boter d'Honor de este año, Sergi Solís, por su tarea en relación con la Disfressa d'Or. El conmemorado aprovechó para agradecer el trabajo de las comparsas, declarando que «mantenéis la misma ilusión y ganas, y juntos hemos hecho que la Disfressa sea mucho grande».
A continuación, fue el turno del alcalde, Rubén Viñuales, que hizo entrega de la vara de mando de la ciudad al Rey, una acción que él reconoció que seguramente gustaba a más de un ciudadano. Los nuevos alcaldes inauguraron su mandato con un discurso para demostrar «que los que llevamos plumas y purpurina, también sabemos hacer sátira».
Los espacios vacíos en la ciudad, los diferentes colores de las plazas de aparcamiento, y la falta de recursos para las comparsas reinantes de Carnaval, a pesar del incremento de presupuesto de este año, son algunos de los temas que, entre risas y silbidos del público, el Rey y la Concubina reivindicaron. Acto seguido, y acompañado de sus seguicis, se marcharon hacia el Teatro Tarragona, donde celebraron su tradicional gala.