Diari Més

El corazón de los tarraconenses late al ritmo de la Rua de Lluïment

Las mejores comparsas del año pasado se exhibieron ayer por el centro de la ciudad, que brilló más que nunca

Imagen de la comparsa Aerodance durante la Rua de LluïmentGerard Marti Roig

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Tarragona brilla más que nunca cuando llega el Carnaval. Especialmente, las comparsas deslumbran la ciudad con sus espectaculares bailes. Ayer, ni el frío ni el viento evitaron que las calles del centro se inundaran de gente que quería disfrutar de un Rua de Lluïment que levantaba pasiones. Les disfraces, la música, las coreografías y los focos de luz creaban un ambiente único, que enamoraba a los tarraconenses y hacía latir sus corazones al ritmo del Carnaval.

La exhibición de ayer fue una continuación de la gran fiesta que se vivió el sábado con el Rua de la Artesanía. En este caso, sin embargo, sólo participaban las 15 mejores comparsas del año pasado. El espectáculo empezó fuerte, ya que abría el Rua de Lluïment la comparsa ganadora de  la Disfressa d'Or, Disc 45. Con una representación del Día de Muertos, con música y banderas de México, el público iniciaba un trayecto por diferentes lugares del mundo.

La Escola de Ball Nou Ritme hicieron llegar a la tribu massai en la avenida de Ramón y Cajal, convirtiéndola en una selva africana con la presencia de cocodrilos, que no fueron los únicos animales que asistieron a la cita. Estaban las abejas de los Amics de la Part Alta y los pavos reales de La Ballaruga. Tarragona también se trasladó hasta el Japón, con la ambientación asiática de la Comparsa Cayo Largo. El público también hizo un viaje hacia el pasado. Concretamente, al Far West, de la mano de Sinhus Sport, a la antigua Grecia, con la representación de la diosa Demèter de la Comparsa Carmelites, y en la época medieval, con los arlequines de Som Urban.

La magia del Carnaval es que también permite a los tarraconenses adentrarse en el mundo de la fantasía. Magic Dansa llevaba al mundo real el League of Legends, uno de los videojuegos más jugados por todo el planeta. Seguramente, sin embargo, era desconocido por la mayoría del público presente ayer a la Rua de Lluïment. Al contrario que con el universo de Mario Bros, que fue la temática de Colours Fantasy. Tanto la gente joven como la mayor, esbozaba una sonrisa cuando reconocían los diferentes personajes que estaban presentes.

También extendía la ilusión entre el público el circo de The Greatest Showman, representado por Spectrum. El objetivo de las comparsas es que nadie se quede indiferente y, eso, se ha vuelto a superar con creces.

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