Pere Maria Sanromà, el hombre del péndulo
Sanormà es especialista en detectar aguas subterráneas utilizando sólo un péndulo y su talento innato, y desde que se dedica, ha hecho centenares de pozos por toda la demarcación
«Lo que está pasando ahora con el agua no es preocupante. Es dramático. Dicen que no tienen agua, pero yo eso ya lo avisé hace muchos años, porque soy un profeta, y las clavo todas», afirma Pere Maria Sanromà i Fortuny. Este originario de Vespella se presenta a sí mismo como El hombre del péndulo, de profesión Zahorí de aguas subterráneas. Es fácil de reconocer porque siempre lleva encima varios péndulos –tiene más de cincuenta. «Les personas que tenemos este don, de detectar el agua subterránea, somos un 5-10% de la población, pero muchos no lo saben», asegura. Trabajo, no le falta nunca. Explica que ha hecho más de sesenta pozos para ayuntamientos y muchísimos más para privados. El más reciente, la semana pasada en Vilanova de Prades. Lo que él hace, afirma, «no es ciencia, sino cosa de la naturaleza», y recuerda que lo más importante es que «yo no traigo el agua; el agua ya está. Es como Cristóbal Colón cuando fue a descubrir América: el continente ya estaba».
Ahora, afirma, tiene por delante la detección y perforación de cuatro pozos en el Priorat: «Hay poca agua, pero como los israelitas, con poca agua se puede hacer mucho».
Pere Maria afirma contundente que la detección de corrientes de agua subterráneas «seguramente no es la solución total al problema que estamos sufriendo, pero sí que puede paliarlo en parte». Es por eso, insiste, en que «hacer pozos en troche i moche es el único recurso».
Aunque su talento acostumbra a ser infalible, Sanromà admite que «en un 15% de las veces no sale bien», recordando que eso puede pasar en todos los ámbitos.
Para detectar las aguas subterráneas, Sanromà tiene bastante con su péndulo, que en realidad puede ser cualquier cosa que cuelgue, desde un reloj hasta una herradura de la buena suerte.
Fue a los 25 años que descubrió este don, y desde entonces ha detectado y perforado –porque también tiene una empresa de perforación– centenares de pozos. Casi todos en la demarcación de Tarragona, pero también lo han llamado desde lugares como Andorra o Málaga, donde encontró agua para un hotel.
«¿Es brujería o sabiduría? Ni lo uno, ni e ootro: es la naturaleza», concluye.
Además de hacer de zahorí, Pere Maria Sanromà es juez de paz de su pueblo, Vespella de Gaià. También fue presidente del club de fútbol de la Nou de Gaià local durante más de dos décadas.
Ahora, de momento, no tiene un aprendiz que lo siga, aunque aventura que quizás su nieto, que tiene siete años, en un futuro «se podría acabar convirtiendo en El hombre del péndulo pequeño».