Equipamientos
La adecuación del campo de rugby de Tarragona acaba con años de reivindicaciones
El Rugby Tarragona confía impulsar el deporte con unas instalaciones renovadas que se estrenaron ayer
El Ayuntamiento y el Club Rugby Tarragona cerraron ayer años de reivindicaciones con la finalización de las obras de adecuación del campo de rugby de la Anella Mediterrània. Ayer, los Voltors pudieron estrenar unas instalaciones necesarias para la entidad y que llegan después de tres meses de obras para sustituir el césped natural por césped artificial. La instalación del nuevo césped, se suma a varias acciones de mejora para incrementar la seguridad de los deportistas que, al fin y al cabo, han contado con un presupuesto de 498.086,36 euros.
El consejero de Deportes del Ayuntamiento, Berni Álvarez, destacó que «se trata de una demanda muy esperada que por fin se ha hecho realidad: Tarragona dispone de un campo de rugby con las dimensiones y las características requeridas para recibir la homologación por parte de la Federación Española de Rugby y acoger competiciones profesionales de primer nivel, de ámbito nacional e internacional». Álvarez destacó que el nuevo campo de rugby es «una pieza más que coloca en la Anella Mediterrània como uno de los mejores espacios deportivos a nivel de España y Europa» y que «este ha sido un proyecto de ciudad que ha requerido el esfuerzo de muchas personas».
El presidente del Club Rugby Tarragona, Matías Segura, señaló que «como en el rugby, aunque me ha tocado a mí hacer este ensayo, eso se ha conseguido gracias al esfuerzo de todos los socios y el resto de presidentes de la entidad». Además, añadió que «tener este espacio es una reivindicación que teníamos desde nuestra creación, en el año 1986. Ahora, lo hemos conseguido y supone un punto de inflexión para nuestro club, tanto a nivel de entrenamiento como con el potencial de crecimiento que nos genera el campo».
El Club Rugby Tarragona ha entrenado desde el mes de febrero del año pasado en un espacio cedido del Complejo Educativo. Entonces, empezaron unas obras que se tuvieron que realizar en dos tiempos después de que la primera adjudicación contara con un error en el proyecto. Finalmente, ayer se completaron con un espacio de primer nivel destinado a acoger acontecimientos deportivos estatales y europeos.
Faltan gradas y vestuarios
La instalación del césped no es el último paso de la adecuación del campo de rugby. Álvarez destacó que el Ayuntamiento prevé la creación de un espacio adyacente en el campo con gradas y vestuarios. Este proyecto tiene un presupuesto de 880.000 euros y está a la espera de la aprobación del Consejo Superior de Deportes para financiarlo con los fondos Next Generation en un 80%.
El 20% restante ya se encuentra en una partida del presupuesto municipal de más de 250.000 euros. En declaraciones a este medio, el consejero de Deportes destacó que la construcción de los vestuarios y las gradas es una «prioridad» y que se realizarán cuando tengan la luz verde de los fondos europeos. Además, se espera que estas gradas se puedan aprovechar para otros acontecimientos.