Diari Més
Àngel Belzunegui

Investigador y coordinador del proyecto del estudio 'Enquesta de condicions de vida dels adolescents de Tarragona 2022-23'

Belzunegui: «Los chicos beben para pasarlo bien, las chicas lo hacen para olvidar sus problemas»

Investigador y coordinador del proyecto del estudio 'Enquesta de condicions de vida dels adolescents de Tarragona 2022-23', que hace una radiografía periódica de los consumos y las adicciones de los adolescentes, de entre 15 y 17 años, de la ciudad

Àngel Belzunegui es director de la Cátedra de Inclusión Social de la Universidad Rovira i Virgili.Cedida

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— Una de las principales conclusiones del estudio es que una mayor información no implica menos consumo en los adolescentes. ¿Por qué?

— Porque es un hecho paradójico. La información de los riesgos y consecuencias del consumo de alcohol viene contrarrestado por el uso social que hacemos. Los adolescentes piensan Me estan diciendo que es malo, pero incluso mi abuela bebe. Sin embargo, en los últimos años sí que hemos visto que las campañas informativas ha hecho bajar el consumo del tabaco, por ejemplo.

— ¿De qué forma se ha reducido el consumo?

— En el 2015, el primer año que hicimos este tipo de encuestas, el consumo de tabaco de los adolescentes en los últimos 30 días era del 21,2%. Este año, es del 14,9%.

— En este sentido, destaca que haya más chicas fumadoras que chicos. ¿Cómo se explica?

— Sí, aunque las diferencias no son muy pronunciadas. Hay un 17% de chicas consumidoras de tabaco por un 12,4% de chicos. Es interesante porque ha habido una equiparación del uso entre los dos géneros. Con respecto a las chicas, creemos que puede haber un factor disruptivo, de querer probar y saltarse las normas. También, de una falsa sensación de empoderamiento. Al fin y al cabo, de dejar de ser una niña buena.

— ¿Y con respecto al alcohol, el consumo también ha disminuido en los últimos años?

— También lo ha hecho. En el 2015 el porcentaje de consumo en chicos y chicas se situaba en el 47%. Actualmente, se encuentra en el 38,4%. Siguen siendo cifras altas, pero evidencia una reducción.

— ¿Hay diferencias entre chicos y chicas a la hora de beber?

— Los chicos beben para pasarlo bien, para estar con los amigos. Es un hecho muy social. En cambio, las chicas beben para encontrarse bien, para no pensar en sus problemas. Es una acción más introspectiva. Eso es una hipótesis que tenemos, que todavía tenemos que confirmar. Pero tendría sentido porque en numerosos estudios las chicas presentan un peor estado emocional que los chicos.

— ¿Qué factores creen que causan este malestar en las chicas?

— Son diversos. Un punto importante es la autoestima y la aceptación del físico. Aquí, las chicas tienen más dificultades que los chicos porque la presión estética es mayor. Se les exige mucho más a ellas, pero también en el ámbito de los estudios, familiar o social. Eso provoca que tengan un determinado comportamiento. Ellos se sienten más libres.

— Más allá del alcohol, ¿hay otros contrastes de consumo entre los géneros?

— Los chicas consumen sustancias más peligrosas, como el MDMA, la cocaína, el éxtasis. Sin embargo, en los adolescentes este porcentaje es muy bajo, no llega al 1%.

— ¿Tienen una percepción del riesgo diferente?

— Sí, las chicas aseguran estar más informadas y detectar mejor los riesgos. Tenemos que hablar de formas diferentes.

— ¿Cuál es el camino para continuar con esta disminución en el consumo?

— Les políticas de prevención son fundamentales. Es decir, las campañas del Ayuntamiento a través del servicio de adicciones, las campañas por centros educativos, a pie de calle. Están muy enfocadas a dar información fiable y contrastada para que los adolescentes sepan qué efecto puede tener beber o fumar.

— Recientemente, se generó mucha polémica por una campaña informativa de la Federació de Casals Joves de Catalunya denominada T-Drogues, que llegó a los juzgados.

— No cualquier entidad tiene que hacer o puede hacer tareas de prevención. Siempre tienen que ser instituciones con datos empíricos, sin mensajes alarmistas, sabiendo cómo se mueve el mundo del consumo. Sobre todo, para conseguir un efecto que no se habla nunca: que aquellos que no consumen, no lo hagan. Son 6 de cada 10 adolescentes. El entorno social los empuja a consumir y tenemos que ayudar a hacer que se reafirmen en su decisión.

— La encuesta que han presentado también trata el gasto y adicción en los videojuegos. ¿Qué conclusiones extraen?

— Estos aspectos los hemos incorporado este año. Observamos que ha aumentado el uso compulsivo de internet. Hay más chicos que chicas que juegan a juegos de azar de internet. Pero hay más chicas que chicos que hacen un uso compulsivo de internet.

El papel de las familias

Según el nuevo estudio presentado por la URV, una cuarta parte de los adolescentes tarraconenses asegura no tener bastante apoyo familiar para compartir problemas y hablar de varios aspectos que afectan a su vida. Aparte, según el estudio, un 12% de los chicos afirma que tiene poco control parental, enfrente del 6% de ellas.
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