La Grapadora de Tarragona, sin local porque el consistorio lo cede a 4 entidades sociales
El Ayuntamiento abrió un concurso público para decidir quién compartirá la sede en la avenida de Andorra
Niños y monitores del esplai se manifestaron el pasado sábado en la Plaza de la Font.
La junta de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona aprobó este enero la cesión del local municipal de la avenida de Andorra a cuatro entidades sociales. Concretamente, a la asociación Assexora'Tgn, el Casal Tarragoníe, el colectivo de lesbianas, gais, bisexuales y trans del Campo de Tarragona H20 y la asociación Si Jo Puc, Tú També Epilep.
23 entidades presentaron candidatura al concurso público que el consistorio abrió el año pasado para decidir quién podría hacer uso. El local, de 215 metros cuadrados y situado en el número 15 de la calle, despertó mucho interés por sus dimensiones y su proximidad con el centro de la ciudad.
En este sentido, la demanda de espacios de titularidad municipal es muy superior al número de equipamientos disponibles, de manera que se fomenta y prioriza su uso conjunto o compartido. Con la cesión del local de la avenida de Andorra a cuatro entidades, el consistorio quiere optimizar los recursos municipales y generar dinámicas de cooperación y coordinación entre diferentes agrupaciones que tienen que ser de ámbito social, cultural, deportivo, científico, tecnológico o de naturaleza análoga, siempre en beneficio de los intereses de la ciudad.
El Esplai la Grapadora ha tenido su sede en este espacio en los últimos años. La asociación se presentó al concurso, pero no salió escogida.
El esplai en protesta
Ante esta situación, la entidad se concentró el pasado sábado al mediodía en la plaza de la Font con el apoyo de los dos agrupamientos de escucha y guía Fent Camí y Alverna. Los tres denunciaron «la situación que está viviendo el ocio educativo en Tarragona» Más concretamente, la Grapadora recriminó el poco avance de las negociaciones con el Ayuntamiento para mantener su local.
Los miembros del esplai reivindican que «la misma ordenanza reguladora sobre los locales municipales ya prevé cómo regularizar los usos ya existentes, incluso en casos como el nuestro en que no disponemos de un contrato de cesión». «¿Por qué el Ayuntamiento no nos ha protegido o ha iniciado un proceso de diálogo para encontrar una solución»?, expusieron en un manifiesto.
Sin llaves
Según ha podido saber el Diari Més, el esplai ya tiene una fecha límite para dejar el local y devolver las llaves al Ayuntamiento. Unas llaves que todavía no han recibido a los nueve cesionarios.
El plazo máximo de duración de la cesión es de cuatro años, a contar desde la fecha del otorgamiento de la autorización. Excepcionalmente, la duración podrá ampliarse mediante una prórroga, sin que la duración total pueda exceder a la del plazo inicial.